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La Milagrosa y Lezkairu crean un colectivo para impulsar el comercio

La asociación Pamplona Sur echa a andar con el fin de agrupar al sector y promover campañas

La Milagrosa y Lezkairu crean un colectivo para impulsar el comercioIban Aguinaga

pamplona - Barrios, a priori, muy diferentes, pero situados al lado, como son la Milagrosa y el nuevo Soto de Lezkairu, a los que se suma también Azpilagaña, han impulsado una nueva asociación de comerciantes, Pamplona Sur, con el objetivo de reimpulsar la actividad económica en estas zonas y trabajar de manera conjunta en campañas de promoción y dinamización de un sector, el comercial, que sufrió un fuerte bajón en la Milagrosa, con la falta de relevo generacional y el cierre de muchos establecimientos, pero que en los últimos años va remontando. En el caso del nuevo barrio de Lezkairu, en la actualidad hay ya una veintena de locales ya implantados, aunque su reto es conseguir fidelizar a una clientela que apenas acaba de llegar al barrio.

El nuevo colectivo, que echa a andar con media docena de asociados (apuntarse en pamplonasurasociacion@gmail.com) se dio a conocer ayer públicamente, con motivo de la presentación del concurso de chistorra de este año, ya que se ha gestado también en el seno del Gremio de Carniceros y Charcuteros de Navarra.

CARNICERÍAS DE BARRIO Las carnicerías son uno de los establecimientos referentes en el comercio de barrio, y ejemplo de ello es Carnicería Zuazu, que, con cinco establecimientos por toda la capital, va a abrir, en la tercera semana de octubre, un nuevo local en la avenida Cataluña de Lezkairu. Luis Zuazu, propietario del negocio, es uno de los impulsores de la nueva asociación de comerciantes. La familia Zuazu montó en 1981 su primera carnicería en Pamplona, y ahora da el salto al nuevo Lezkairu con una plantilla de 5 personas. “Empezamos con ilusión en un barrio nuevo, en pleno crecimiento. Tenemos buena experiencia de las nuevas zonas, porque el local de Erripagaña está funcionando”. La amplia trayectoria de los Zuazu evidencia que el sector cárnico se mantiene: “Cada vez hay menos carnicerías, eso es cierto, pero hay un público fiel que quiere el carnicero profesional de toda la vida y buen género”, dice y recuerda que tras casos como el de la listeria, el público vuelve al “carnicero de confianza”, si bien anima a los jóvenes sin trabajo a que se especialicen en el oficio de carnicero, porque hay faena.

academia de danza Otro negocio asentado en el barrio, esta vez de la Milagrosa, es Baobab Danza, en la calle río Urederra, 12. Junto a Ainhoa Carrera, María Arcos es la promotora de esta academia de ritmos africanos que apostó por la Milagrosa: “Hicimos una reforma integral porque hacemos percusión en directo y no queríamos molestar a los vecinos”. Y eso que su primera opción era irse fuera: “Pero la vida de barrio nos gusta y creemos importante que nuestro servicio esté cerca a la gente, de los vecinos, por eso nos metimos aquí”. Están encantadas: “Se trata de hacer vida de barrio. Tenemos enfrente un bar con un hombre paquistaní súper amable, y él dice que nos vigila la academia por la noche. Hay muy buen feeling de barrio”, explica y añade las bonanzas de la Milagrosa para el sector comercial: “Está muy cerca del centro y de la universidad”, dice y anima a futuros emprendedores.

PAN ARTESANO EN LEZKAIRU Llegada de Barcelona, hace casi un año Amaya Algarra, de 42 años, y su marido, Javier Mencos, junto a Miguel y Segui en la barra, montaron La Tahona del Soto: “Hay que esperar a que se haga un poco más al barrio, que haya más edificios y servicios. Aún nos costará que la gente haga vida, porque al estar tan cerca del centro, les cuesta quedarse”, dice. En su caso, la oferta de La tahona del Soto incluye panes artesanos, pero también un lugar para almorzar o echar la tarde en una de sus mesas. Sin salir del barrio.