PAMPLONA. El Ayuntamiento de Pamplona ha recibido este mediodía a cinco mujeres que, desde su día a día, contribuyen a la mejora social en campos como la cultura, la economía, el deporte, el voluntariado internacional o la lucha por la inclusión.

Esta mañana el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, acompañado por otros miembros de la Corporación, ha querido rendir un homenaje a la empresaria Ekaterina Bukareva; a Celia Pinedo, como presidenta de la Coordinadora de ONG; a Palmira Salinero, miembro de la ONCE; a Eugenia Echarren, cantante y directora de una escuela de canto que lleva su nombre y a Maider Irisarri, jugadora de Osasuna. Al final de la recepción el Consistorio ha entregado a cada una de ellas, a modo de recordatorio del acto, una réplica de la fachada de la Casa Consistorial.

La recepción tenía lugar tras la lectura pública, a las 11.30 horas, en la Plaza Consistorial, de la declaración institucional que ayer aprobó el Pleno del Ayuntamiento de Pamplona reiterando, entre otros puntos, su compromiso en mantener el liderazgo en la promoción de la igualdad de las mujeres y los hombres.

Las cuatro mujeres que han leído el texto en representación de diferentes generaciones han sido Sara Sanzol, Cristina Martínez, Ione Lajos y Ainara Tirapu. En el Zaguán de la Casa Consistorial ha quedado depositada una gran agenda en cartón pluma donde la ciudadanía puede seguir incluyendo sus propios compromisos por la igualdad.

Además, como recordatorio, este sábado la fachada de la Casa Consistorial estará iluminada en morado, el color que se utiliza como identificador de la lucha de las mujeres por la igualdad.

Cinco perfiles ejemplares

La empresaria Ekaterina Bukareva, Premio directiva 2019 de la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra (AMEDNA), con 29 años accedió a la responsabilidad de ser directora general de Sistemas Eléctricos Lowind, una empresa de instalación de parques eólicos. Bajo su dirección, la compañía ha ejecutado proyectos en 11 países de tres continentes, instalando 2.000 MW de potencia eólica.

La vertiente internacional del trabajo de Bukareva en el ámbito empresarial es algo que tiene en común con otra homenajeada, Celia Pinedo, en este caso en el ámbito de la cooperación desde la Fundación FABRE. Presidenta de la Coordinadora de ONGD de Navarra, trabaja con medio centenar de ONG para vigilar, entre otras cosas, que las entidades públicas destinen a la cooperación internacional el 0,7% de sus presupuestos para así mejorar la situación de las sociedades en vías de desarrollo.

También para mejorar la situación, pero en este caso de las personas con discapacidad, sirve el ejemplo de Palmira Salinero, que hace años que se jubiló como vendedora del cupón de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Su 10% de visión debido a una enfermedad genética no le impidió desarrollar una vida laboral ni aprender a manejar las tecnologías necesarias para poder llevar a cabo una vida autónoma, unas tecnologías que son imagen de desarrollos sociales para la inclusión de personas con capacidades diferentes.

El don y el trabajo de Eugenia Echarren es artístico. Inició una carrera en el mundo del canto en Navarra que le llevó también a San Sebastián, Alemania, Italia y Francia. Es interprete de ópera y de música contemporánea con decenas de recitales a sus espaldas. Hoy, y desde el año 2005, comparte su talento con el espíritu emprendedor como directora y docente de la escuela de canto que lleva su nombre. Concebido como un proyecto de escuela integral, el centro imparte enseñanza oficial reglada para niños y adultos en perfiles profesionales y amateurs y también aborda ámbitos vinculados como la reeducación de la voz.

Un cambio en la visión social de la conciliación, pero desde la práctica, es el ejemplo que aporta Maider Irisarri, jugadora de Osasuna en la primera división B, Reto Iberdrola (segunda categoría de fútbol femenino nacional). Irisarri se dedica a un mundo, el deportivo, donde la lucha por lograr la igualdad está a la orden del día. En estos momentos, por ejemplo, se trabaja en la firma de un protocolo sobre maternidad dentro del convenio colectivo. Maider Irisarri, madre reciente, ha sido la primera mujer en el fútbol que ha vuelto al campo tras un parto.