No hay Sanfermines sin churros de La Mañueta. Sin baile de la alpargata ni cánticos en el encierro. Sin gigantes, sin pañuelicos, sin nervios ni celebración. Pero hay tantas ganas que hoy, 25 de junio, la ciudad se ha vestido de fiesta por un momento para ultimar los preparativos que –después de dos años guardados en un cajón–, han vuelto a despertar esos anhelados ‘momenticos’. Pelos como escarpias, piel de gallina. Y una cuenta atrás que parece no llegar nunca.

Lo canta la jotera Susana Nagore, que dice que “no sabe qué es emoción quien no ha corrido el encierro. Cuando al sonar el cohete se acelera el corazón”. A los pies de la hornacina de San Fermín, engalanada para la ocasión con los pañuelos de las 16 peñas y el escudo de Iruña, han acicalado Santo Domingo para una cita muy especial. Y es que se han cumplido 60 años desde que a unos cuantos corredores se les ocurriera encomendarse al Santo antes de correr delante de los toros y la Federación de Peñas les ha rendido homenaje.

Antes, a las 9 de la mañana, ya se habían formado las colas habituales por fiestas en La Mañueta: había que probar las primeras roscas. Han salido a las ocho menos diez de la mañana, “espectaculares”, confiesa Fermín Elizalde entre calderas humeantes. Han pasado la prueba: “La leña ha ardido y nos acordamos de cómo se hacen los churros –bromea–. Todo perfecto”. Este sábado han abierto por primera vez desde octubre y harán lo propio el sábado siguiente y ya en San Fermín, desde el día 7. “Lo que es fundamental es que la gente quiera seguir con esto. Hoy hemos venido todos y todavía no hemos discutido”, reía. Los cuatro hermanos de la cuarta generación, cinco sobrinos, tres biznietas y otras tres personas que les ayudan con el tajo, que no es poco. 

Las primeras roscas de La Mañueta, "espectaculares" Oskar Montero

La familia, en la churrería. Oskar Montero

Cuenta que el sábado que viene lo dejarán todo preparado, sus más de 400 kilos de harina –que, repite, ha salido muy buena– para elaborar sus manjares, y asegura que tiene “muchísimas ganas de San Fermín. Me los voy a comer enteros”. Trabajan mucho, se pegan el madrugón, pero también disfrutan de las fiestas. “De estar en la calle, juntarte con los amigos. Los Sanfermines son únicos, yo lo digo siempre: lo que pasa aquí no pasa en ningún sitio”. Y se nota que hay ganas: “Vas por la calle y oyes los ruidos de las botellas, el ‘clac’ cuando las dejan en el suelo, y piensas… ya estamos en San Fermín”. 

Un hito en el Nuevo Casino

También se han adelantado en el Nuevo Casino. Han celebrado todos los jueves de mayo y de junio una Escalerica cultural de San Fermín, que ha culminado hoy con una cita muy especial y es que quienes se han acercado han disfrutado del Baile de la alpargata, por primera vez en la historia antes de que lleguen oficialmente las fiestas. “No lo hemos hecho a las 8.30 de la mañana porque no son horas y no hay encierro, lo hemos retrasado, pero es un anuncio de las fiestas para socios y amigos”, reconoce el presidente, José Luis Pujol. La cosa ha empezado a animarse ya a medio día, más que un sábado cualquiera, aunque era una sorpresa para los socios y socias. “Algo arriesgado, pero nos apetecía hacer ese guiño. Luego tenemos una comida social y ahí sí que se han animado, tenemos 90 comensales”, dice.

Baile de la Alpargata en el Nuevo Casino. Oskar Montero

Incluso un gigante, como aparición espontánea en el marco de la celebración del I Navarra Maker 3D, se dejó ver por el Condestable. Una réplica en 3D a tamaño real del Rey Europeo de la comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona elaborada con más de 600 piezas impresas por diferentes personas de Navarra y del Estado, que ensamblaron ayer. Estará expuesto en el patio central del palacio durante todo el mes de julio. Desde ya, para ir calentando motores.

Construcción, con más de 600 piezas, del Rey Europeo a tamaño real hecho con piezas 3D. Iñaki Porto