En 1899

Los Sanfermines habían comenzado bajo los mejores auspicios. Eran las primeras fiestas tras el Desastre de 1898, con la pérdida de Cuba y Filipinas, y había muchas ganas de olvidar las penas y pasar página. La prensa se centraba en los aspectos religiosos, pero sin olvidar los actos festivos. Así, la revista La Avalancha hablaba de la visita de Sarasate, de los conciertos del Orfeón, del ambiente de la calle y del encierro.

La foto nos muestra la plaza Consistorial en el momento en que la comparsa de gigantes la atraviesa, camino de San Lorenzo. Vemos los curiosos que se han acercado atraídos por el espectáculo (muchos menos que hoy en día), y donde faltan ostensiblemente las amatxos empujando trabajosamente las silletas y los aitatxos con las criaturas al hombro. Se ven sobre todo txapelas y sombreros canotier, mujeres vestidas de domingo y hasta una carreta, que ha parado su marcha para dejar paso a la comitiva.

Los gigantes, pasando ante el Ayuntamiento, 1899

Hoy en día

La plaza Consistorial permanece igual en lo esencial, a pesar de algunos cambios evidentes. Vemos, por ejemplo, que la denominada Bajada de Carnicerías, que en la foto vieja adivinábamos al fondo, a la derecha del ayuntamiento, ha dado paso a la actual plaza de los Burgos, tras el derribo de sus casas en el año 1955. También podemos ver, en el extremo izquierdo, que el hermoso mirador de madera que durante años coronó el negocio de Casa Ciga ha sido incomprensiblemente sustituido por una estructura de aluminio. Y vemos por último que buena parte de la superficie de la plaza ha sido invadida por las terrazas hosteleras.

Por cierto que también este año, al igual que ocurrió en aquel lejano 1899, los Sanfermines comenzaron con muchas ganas y bajo los mejores auspicios. Y es que eran las primeras fiestas después de otro Desastre, el de la pandemia, e imagino que había también muchas ganas de pasar página y olvidar las penas...