Entre caos y el cosmos, el orden y el desorden, la geometría y la espiritualidad, el canon y la evanescencia, gravita el universo creativo de Koldo Sebastián del Cerro. Una puerta de entrada a los misterios insondables del arte y de la vida que el artista pamplonés abre ahora de par en par en el Palacio del Condestable. Allí, en las Salas 1 y 2, se despliega la exposición retrospectiva Confluencias, que repasa sus cuatro décadas de creación artística a través de 129 obras, principalmente pinturas aunque también lucen collages, dibujos, volúmenes y fotografías.

Creaciones que dan cuenta de una trayectoria iniciada a mediados de los 80 y que sigue viva, proyectándose hacia el futuro con pasión y deseo, con grandes incertidumbres y algunas certezas. La exposición, que se inaugura este viernes 25 de noviembre (19.00 horas), fruto de un ejercicio retrospectivo que el artista ha llevado a cabo durante dos años, tras jubilarse de su paralela actividad pedagógica, es también la interpretación plástica de la filosofía como vehículo de aproximación a lo verdaderamente esencial; una interpretación en la que la cultura japonesa juega un papel clave, y en la que Koldo Sebastián ahonda en su autoconocimiento en un camino que le ha llevado –le está llevando– del canon al vuelo.

UN EJERCICIO DE AUTOCONOCIMIENTO

“Si algo he identificado en este ejercicio retrospectivo es mi bipolaridad. Soy un ser absolutamente incoherente y contradictorio. Me muevo entre el canon y la evanescencia con una frescura y una naturalidad casi insultantes. Me da lo mismo medir con precisión un ángulo de 90 grados que pretender perderme en la desmesura de una nube”, dice el artista sobre esta “vocación bipolar” que es “una constante fundamental” en su trayectoria artística. Un camino que se invita a transitar en esta muestra, que se celebra cuando se cumplen 30 años de la exposición que Koldo Sebastián realizó con motivo del Premio Pamplona Jóvenes Artistas que el Ayuntamiento de Pamplona le concedió en la modalidad de pintura en 1991.

“A partir de ahora quiero desanclarme, quiero volar, incorporar la inseguridad a mi proceso creativo”

Koldo Sebastián del Cerro - Artista plástico

Esta retrospectiva, que para el autor ha supuesto “rememorar muchas situaciones preciosas, llenas de luz, pero también identificar algunas cicatrices que la vida te deja” –un ejercicio del que, asegura, “nadie sale indemne”–, es fruto de un trabajo de preparación de dos años que ha llevado a cabo junto con Julián Gil, referente internacional de la abstracción geométrica y el arte concreto, que ha acompañado a Sebastián en un proceso que le ha permitido “estudiar con sosiego los lugares, las etapas, las gentes, las ideas, las emociones, las materias, los procesos, hasta los misterios que me vienen acompañando en mi vertiente creativa”, dice. La suma e interacción de todo ello es este juego de Confluencias, que persigue un objetivo muy concreto: “Conocerme mejor; identificar mis constantes, las permanencias que me anclan, y señalar lo cambiante, las transformaciones, aquello que evoluciona”.

Identificar, por ejemplo, unos inicios geométricos con una profusión lineal y un juego permanente con el ángulo recto, que poco a poco van evolucionando hacia una simplificación y una mayor limpieza formal. Así lo muestra el recorrido cronológico planteado en la exposición, que exhibe obras pertenecientes a diez series –Acoples, Módulos para estructuras flexibles, Mexuar, Construcciones dentadas y Construcciones perforadas, Physis, Radix, Calignometrías, Washi, Sangaku e Infiniverso– y un par de “singularidades plásticas” muy significativas para el artista.

Cada serie se presenta con proporcionalidad, reflejando con equilibrio su peso en el recorrido de un creador que busca aquí más que nunca la simbiosis con el espacio expositivo. La Sala 1 recoge preferentemente obra creada antes del año 2000, y la Sala 2 se dedica a las producciones posteriores a esa fecha. Confluencias es también un viaje cultural y filosófico que se inicia con la cultura islámica, la geometría árabe, presente desde la serie Mexuar, que interpreta la sala homónima de la Alhambra, sus taraceas y mosaicos; pasa por la filosofía jonia y su visión naturalista del mundo a través de los 4 elementos, y vuela hacia Japón y los monjes budistas. Una cultura, la japonesa, que ha “marcado profundamente” al artista, revelándole “rasgos identitarios” y permitiéndole “entender algo tan sofisticado como es la penumbra, el simbolismo de la luz o la importancia del círculo como símbolo del ciclo de la vida”.

DEPURACIÓN DEL COLOR

En esta transición, el color siempre ha sido un elemento accesorio, al servicio de los argumentos conceptuales. Y se ha ido ordenando y depurando gracias a la filosofía, y en particular a la filosofía jonia. Tanto que, desde hace quince años, Koldo Sebastián se mueve “entre el blanco zinc, el sombra natural y el gris pizarro”. Aunque recientemente, con la serie Infiniverso – “la primera que sé que no voy a terminar porque trabaja sobre el infinito, y pretender limitar ese concepto es absurdo”, afirma– ha vuelto a incorporar el azul en cinco variantes distintas para capturar los azules que se encuentra en el Cabo de Creus, una de sus grandes fuentes de inspiración.

“Si algo he identificado en esta retrospectiva es mi bipolaridad, soy un ser incoherente”

Koldo Sebastián del Cerro - Artista plástico

Esta retrospectiva, que se acompañará de la publicación de un libro, recorridos dialogados y de un ciclo de ocho conversaciones denominado Confluencuentros, en el que conjuntamente con otros dos artistas invitados en cada ocasión se abordarán conceptos artísticos como el espacio, la persona, el objeto, la acción, el sentimiento, lo inefable o el tiempo, ha permitido a Koldo Sebastián reflexionar también sobre qué desea que ocurra en el porvenir. Cuál es el camino que le gustaría recorrer a partir de ahora. 

“Lo pasado no tiene remedio. Lo que está por venir es lo que hay que construir”, reflexiona, apuntando que tiene “la tranquilidad” de que encontrará el camino, porque tiene muy claro adónde quiere llegar. “Así como hasta ahora la creación plástica me ha llevado a construirme, ahora quiero que me lleve a deconstruirme. Quiero desanclarme, quiero volar, experimentar con planteamientos que no manejo con la seguridad con que manejo lo conocido. Me apetece sorprenderme a mí mismo y, sobre todo, incorporar la inseguridad a mi proceso creativo. Ahora me interesa ver si soy capaz de empezar a trabajar sobre lo que no conozco, sobre lo que no sé cómo va a ser. Estoy seguro de que hay alguien que no solo disfruta midiendo, o que no solo disfruta vaporizando. Y estaré encantado de conocerle”, desea el artista.

PROGRAMACIÓN EN TORNO A ‘CONFLUENCIAS’

CONFLUENCUENTROS. Conversaciones con artistas. Palacio del Condestable, Sala 1

  • Miércoles 30 de noviembre. 19:00 h. José Ignacio Agorreta y Carlos Cánovas. EL ESPACIO.
  • Jueves 1 de diciembre. 19 horas. Miguel Bergasa y Pedro Salaberri. LA PERSONA
  • Martes 13 de diciembre. 19 horas. Alicia Otaegui y Marijose Recalde. EL OBJETO
  • Jueves 15 de diciembre. 19 horas. Fermín Alvira y Tomás Sobrino. EL SENTIMIENTO
  • Martes 27 de diciembre. 19 horas. José Ramon Anda y David Rodríguez Caballero. LO INEFABLE
  • Jueves 29 de diciembre. 19 horas. Fermín Jiménez y John Otazu. LA ACCIÓN
  • Martes 10 de enero. 19 horas. Mar Mateo y Belén Puyo. EL TIEMPO
  • Jueves 12 de enero. 19 horas. Javier Balda y Miguel Leache. EL CONCEPTO

RECORRIDOS DIALOGADOS. Palacio del Condestable, Salas 1 y 2

  • Sábado 17 de diciembre. 19 horas
  • Domingo 18, de diciembre. 12 horas
  • Sábado 14 de enero. 19 horas
  • Domingo 15 de enero. 12 horas