El 16% de las mujeres se sienten “a salvo” en zonas de ocio nocturno o cuando ven a personas haciendo botellón, según el Estudio de percepción en torno a la seguridad ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona.

El Ayuntamiento de Pamplona ha estudiado si los ciudadanos se sienten seguros cuando salen de fiesta en las zonas de ocio de la ciudad. El 40,2% afirma sentirse a salvo, un 36,1% dice estar alerta y un 5,8% cree estar en peligro. 

Los porcentajes cambian totalmente en el caso de las mujeres, que se sienten más inseguras que los hombres en las discotecas y bares con licencia especial. Solo el 16,5% se siente “a salvo”, un 3,5% percibe “peligro” y un 15,7% no sale de fiesta por la noche “por temor a sufrir un delito”. 

Por barrios, un 15% de los ciudadanos advierten peligro en las zonas de ocio nocturno ubicadas en Azpilagaña y San Jorge. En los bares con licencia especial y discotecas del Casco Viejo, un 48% de los pamploneses se siente “a salvo”. 

La vuelta a casa después de salir de fiesta también supone un problema para las mujeres. Un 22,3% se siente insegura si camina sola por la noche frente al 9,1% de los hombres. Por barrios, los pamploneses se sienten más inseguros si tienen que caminar solos a la noche por calles de San Jorge (20,8%), Rochapea (17,7%) y Txantrea (16,2%). 

Calles solitarias

El informe municipal también indica que un 36% de los pamploneses se sienten a salvo en calles o parques solitarios y poco frecuentados. Este porcentaje desciende notablemente en el caso de las mujeres: 12,4%. En la misma línea, un 27,4% de las pamplonesas están “alerta” y un 7,1% sienten “peligro”. Los pamploneses temen más las calles o parques poco frecuentados de Lezkairu, Txantrea, San Jorge y Buztintxuri.

El estudio sobre percepción de seguridad ciudadana también señala que el 39,7% de los ciudadanos están “a salvo” cuando ven a personas haciendo botellón en la ciudad. Como en el caso anterior, la sensación de seguridad desciende si se es mujer y solo el 15,2% se sienten a salvo. Es más, el 26,4% de las pamplonesas encuestadas están “alerta” y el 4,5% perciben “peligro”.

Por barrios, sobresalen Azpilagaña –el 15% de los ciudadanos advierten peligro- y Rochapea, donde el porcentaje se sitúa en el 9%. En el extremo contrario se encuentra Etxabakoitz, donde el 56% de los pamploneses se siente “a salvo” cuando ve un botellón.

Estas situaciones llevan a que el 58,7% de los pamploneses esté “totalmente de acuerdo” o “más bien de acuerdo” en evitar determinadas zonas de la ciudad por temor a sufrir un delito. Por franjas de edad, los ciudadanos que más calles esquivan son los que tienen entre 46 y 64 años: el 61,3%. El 54,3% de los adolescentes y jóvenes, desde los 15 y hasta los 29 años, también buscan recorridos alternativos.

Más cámaras

¿Y qué hacer ante estas situaciones que generan peligro? El 80,1% de los encuestados por el Ayuntamiento de Pamplona están “totalmente de acuerdo” o “más bien de acuerdo” en instalar más cámaras de seguridad en la vía pública y un 19,9% se oponen a esta medida. 

Las mujeres apoyan más la instalación de cámaras de seguridad, el 88,9%, frente al 74% de los hombres. Respecto a los grupos de edad, los ciudadanos que más se oponen son los que tienen entre 46 y 64 años: un 21,2% no quieren más vigilancia.

Por barrios, los más reticentes son los vecinos de la Txantrea –un 35,2% están en contra– el Casco Viejo –se opone el 27,8%– y Mendillorri, con un rechazo del 20,4%. Por otro lado, el 86,4% de los residentes de Lezkairu y el 85,7% de los vecinos de San Jorge están a favor de que se instalen más cámaras de seguridad. 

En la misma línea, el 80,4% de los encuestados por el Ayuntamiento de Pamplona defienden que la instalación de cámaras de seguridad en la vía pública "mejorará la seguridad en la ciudad" y un 19,6% está en desacuerdo. En el caso de las mujeres, apoyan esta tesis el 86,55%. 

Por último, el 38,6% de los pamploneses critica que las cámaras de seguridad invadirían la intimidad personal. El porcentaje asciende al 56,7% entre los vecinos de la Txantrea y al 44,4% entre los residentes del Casco Viejo.