José Ignacio Murillo Sanz falleció en abril del pasado año. La Vinoteca Murillo, fundada en 1890 y en la que José Ignacio trabajó desde los años 50 del pasado siglo, bajó la persiana tras su muerte. El Casco Viejo de Pamplona perdía uno de sus locales más emblemáticos, con el inconfundible rojo de su fachada de tabla y esos rótulos dorados sobre cristal oscuro.

La confluencia de las calles San Miguel y San Gregorio está este jueves de enhorabuena. Tres nuevos socios se ponen al frente del establecimiento. Mieke Iriarte, Eneko del Valle de Lersundi y Michael Expósito inauguran esta tarde (17.00 horas) el local, rebautizado como Vinoteca Damaxen. Esta casa del vino ya tiene relevo.

"Es un orgullo heredar la casa más antigua del mundo del vino de Navarra", destacan los tres socios, con una dilatada experiencia en el mundo de la hostelería. Y agradecen las facilidades y la cercanía que ha mostrado la familia Murillo, que confió en su propuesta para este relevo. Un relevo para el que conservan y resaltan todos los elementos clásicos del local (su inconfundible fachada, suelos, vidrieras, escalera de caracol, estanterías y mobiliario...). Solo han pintado y han cambiado las luces.

La suya es una apuesta "continuista" con la que pretenden cubrir un vacío. "Con el cierre de Murillo y el de la Vinoteca de Chapitela el Casco Viejo se había quedado desangelado".

De momento, arrancan con 470 referencias, "pero de ahí iremos hacia arriba", concretan. Aseguran que superarán las 2.000.

Vino de la tierra y destilados

"Esta casa creo que tenía todas las bodegas de Navarra. El mueble central de la tienda es única y exclusivamente para vinos de Navarra", deja Michael clara que la apuesta de Damaxen por los caldos de la tierra. Otra gran estantería se dedicará al vino rosado, "y ahí el 90% también son de Navarra".

La Vinoteca también appstará por los destilados. "El criterio es ir al paladar. Vamos al gusto", admite Eneko. "Apostamos por un equilibro, uno de nuestros puntos fuertes es la relación calidad precio", explica por su parte Mieke, con referencias que van desde los 2,40 hasta los 120 euros en el caso de los vinos; y hasta de 160 euros en los destilados. "Ni podemos ni queremos competir con el lineal de los supermercados de alrededor", añade.

Cuando la tienda "esté más asentada", la intención de los tres socios es poner en marcha un Club de Cata para potenciar la divulgación del vino y los destilados.

Damaxen, nombre que reciben en euskera (en su dialecto bajo-navarro) las damajuanas, garrafas de cristal, generalmente protegidas por mimbre, en las que se transportaba el vino cuando se vendía a granel en las bodegas, ya ha echado a andar.