Los empleados de las unidades de barrio de Pamplona se han concentrado este lunes en sus respectivos puestos de trabajo para protestar por la agresión sufrida el miércoles de la semana pasada en el centro asistencial del Casco Viejo, cuando se produjo un incidente grave por parte de una usuaria que provocó daños en el mobiliario.

Tras el altercado, el Ayuntamiento ha anunciado que reforzará la seguridad para garantizar el correcto funcionamiento del servicio y se ha comprometido, a través del área de Acción Social, a incorporar la figura de vigilante de seguridad con la mayor celeridad posible, para que puedan dar cobertura en los diferentes servicios de acuerdo a las necesidades que se vayan valorando. Hasta que se contrate a los vigilantes privados, Policía Municipal reforzará su presencia en todos estos centros.

Txema Mauléon, concejal delegado de Acción Social, Rubén Unanua, director del Área de Acción Social del Ayuntamiento de Pamplona, o los ediles Maria Caballero y Raúl Armendariz (UPN), entre otros, han estado presentes en la concentración de los trabajadores de la unidad de barrio del Casco Viejo, en la que han participado medio centenar de personas.

A su conclusión, una de las empleadas ha leído un comunicado para denunciar que el episodio ocurrido la semana pasada no es un caso aislado: “En la mayoría de los servicios se viven situaciones de este tipo con mayor o menor nivel de agresividad y con bastante asiduidad debido a que somos la puerta de acceso al sistema de protección de colectivos en situación de vulnerabilidad y exclusión social”.

Frente a una pancarta con el lema ‘Por un entorno laboral seguro’, los trabajadores han solicitado un protocolo de intervención, seguridad de forma presencial en los centros de trabajo, la creación de una comisión de trabajo para implementar medidas eficaces en la prevención de riesgos psicosociales o la atención psicológica gratuita.

Concentraciones similares se han llevado a cabo en el resto de unidades de barrio.

Concentración en la unidad barrio de la Rochapea. Redacción DNN

El Ayuntamiento ha anunciado que acelerará la instalación ya prevista de cámaras de seguridad en todas las unidades de barrio coordinadas con el denominado ‘botón del pánico’ con el que ya cuenta, de forma que les conecte directamente con Policía Municipal en el caso de nuevos altercados.

Amenaza o riesgo para la seguridad

Las acciones propuestas desde el área de Acción Social incluyen también medidas de formación para el personal, para manejar situaciones complejas, que puedan suponer una amenaza o riesgo para la seguridad; y se dispondrán espacios con atención psicológica para los equipos que padezcan situaciones con alto impacto emocional, con el objetivo de poder asistirlo.

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Con una perspectiva a medio plazo, el Ayuntamiento de Pamplona se ha comprometido a crear una comisión de trabajo con el personal del área y estudiar la implementación de un protocolo para agresiones o situaciones como la vivida en la Unidad de Barrio del Casco Antiguo, así como a dotar a los equipos de recursos que puedan facilitar abordarlas con menos riesgo. Igualmente, se ha acordado que con la mutua encargada de gestionar las bajas médicas del personal municipal el reconocimiento de este tipo de situaciones como accidente laboral.

Todas estas medidas surgen como resultado de la situación sufrida por el personal municipal este pasado miércoles, cuando se produjo una agresión grave por parte de una usuaria de la Unidad de Barrio del Casco Viejo, que incluso provocó daños en el mobiliario del centro. Ante esa situación, el personal solicitó la presencia de Policía Municipal ante la escalada de violencia, quien finalmente arrestó a la usuaria.