Lo ocurrido el viernes en el centro de salud de la Rochapea no fue un caso aislado, pero sí la gota que ha colmado el vaso. Y es que no hay semana en la que los trabajadores del centro de salud de este barrio pamplonés no tengan un episodio de agresiones verbales o físicas. Pero esta situación no es exclusiva de este centro de salud sino que ocurre de manera generalizada y ha llevado al personal de los centros de salud a reclamar medidas de seguridad. “La situación es insostenible, no hay una semana en la que no tengamos que llamar a la policía porque se ha producido una agresión verbal, física o porque algún paciente se ha puesto violento”, relata la directora del centro de salud de la Rochapea, Isabel Martín.

Reconoce que los profesionales están “al límite” y por ello reclama que en los centros de salud se pongan medidas de seguridad ya que los actuales protocolos, como el botón del pánico, no son suficientes: “En nuestro centro de salud atendemos a 26.000 personas, entendemos que es lo suficientemente grande como para que se pongan cámaras o haya un guarda de seguridad y así evitar que la gente se ponga tan agresiva. Cuando ocurre un caso de estos se activa el botón del pánico y a todos nos aparece en el ordenador una alerta de que se está produciendo una agresión en una consulta. Sirve para apoyarnos entre nosotros, pero no soluciona el problema”.

Según detalla Martín, la peor parte se lo lleva el personal de Administración, que es quien atiende primero a los pacientes, aunque asegura que “ha habido agresiones a enfermeras y también a médicos”. “La labor que realizamos en los centros de salud cada vez tiene más riesgo. A raíz de la pandemia la situación ha empeorado mucho porque la gente está muy crispada. Pero tienen que entender que nosotros nos limitamos a hacer nuestro trabajo”, sostiene la directora del centro.

Lo del viernes fue la gota que colmó el vaso y ahora los trabajadores del centro de salud de la Rochapea van a mover ficha y a partir del próximo 9 de mayo se van a concentrar todos los martes para denunciar estas agresiones. “Nuestra idea es hacer una concentración cada martes y que se sumen todos los centros que quieran porque esto es una situación generalizada que no solo nos ocurre a nosotros”, señala Martín, que insta a acabar con el “miedo” que sienten muchos profesionales, especialmente en Atención Primaria.