Aniversario de altura: la Comparsa de la Txantrea cumple 40 años
Fue la primera que se gestó en un barrio de Iruña, allá por 1984. Construidos en auzolan, sus figuras mitológicas, Tartalo, Sorgiñe, Basajaun y Mari, la han convertido en especial
Peculiar y especial, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de la Txantreafue transgresora desde sus orígenes. Fue la primera comparsa creada en un barrio después de la de Pamplona (con el permiso de los gigantes de la Mañueta, construidos en 1905 por Elías Fernández Olagüe, el de la churrería), y la primera que por aquel entonces no introdujo reyes y reinas.
Y ya han pasado 40 años. Tal día como el 29 de abril, pero del año 1984, se presentó en la plaza del Félix la nueva Comparsa de la Txantrea, un colectivo que con el tiempo ha ido adquiriendo un importante protagonismo en el calendario cultural y festivo de estos pagos: “Al año tenemos 32 salidas”, explica Julen Aldaz, miembro del colectivo. Entre ellas, las actuaciones con el grupo infantil Ene Kantak, con el que los txantreanos llevan una década colaborando. No hay más que recordar su popular tema Erraldoi, con el memorable vídeoclip que protagonizan los gigantes por las calles de la Txantrea.
Julen Aldaz recuerda que la idea de un grupo de gigantes y cabezudos para la Txantrea fue cosa de los txikis de la Peña Armonía. Era diciembre de 1983: “Al principio, sin grandes pretensiones, pero luego se vio que podían ir a más”. Una idea estaba clara, no se querían reyes para los gigantes: “Querían romper con la tradición porque, en ese momento, la mayoría de las comparsas de los pueblos tenían reyes. Como entonces la mitología vasca estaba bastante olvidada, decidieron que nuestros personajes siguieran esa línea” y así darle impulso.
Personajes de la mitología vasca
Así, vieron la luz Tartalo, Sorgiñe, Basajaun y Mari. Sorprendieron entonces, pero con el tiempo se convirtieron en los más queridos por los txikis del barrio. Para los kilikis, en cambio, se inspiraron en personajes vinculados al barrio: Japi (así se llamaba a los jardineros municipales), Piripi, Cotilla y Profe. Después, a la usanza de los zaldikos de la comparsa de Pamplona, llegó la pareja de akerrak. “Los caballetes se hicieron en los talleres ocupacionales de San Pedro, el trabajo de modelado (cabezas y manos) lo realizó Xabi Ganuza con la ayuda de varios miembros de la comparsa y, por último, los trajes los confeccionó Tere Aroz, de la Txantrea”.
Aquellos primeros gigantes llegaron a pesar entre 62 y 70 kilos, pero ahora no superan, según añade Aldaz, los cuarenta y pico. Fue un auténtico trabajo en auzolan, del que se sienten muy orgullosos. Hay que recordar que entonces era alcalde Julián Balduz (PSN) lo que facilitó, sin duda, el apoyo municipal, de la mano del “señor Apezteguía”, recuerdan, y hasta se pudo trabajar en los talleres del centro de formación profesional Virgen del Camino. El presupuesto inicial fue de 405.000 pesetas, pero finalmente se encareció hasta más de 800.000 pesetas.
Casi una década más tarde, en 1992, llegarían los gigantes de la Comparsa Txiki, en un proyecto de “colaboración con la apyma de Axular”. Cuatro figuras, también “con historia” e inspiradas en el libro Amaia y los vascos en el siglo VIII, de Navarro Villoslada. Representan a Garzia Ximenez, Amaia, Teodosio de Goñi y Amagoia, y se les sumarían en 2017 otros dos gigantes txikis más, Amaia de Butron y Eudon. “Había tanta lista de espera de chavales y chavalas que querían entrar que hicimos otras dos figuras”. En total, 16 figuras conforman el cortejo festivo.
Un amplio repertorio de dantzas
Durante estas décadas, la comparsa ha ido en evolución. Se mejoraron las figuras, se amplió el repertorio de dantzas y el despegue de la comparsa fue imparable. “Antes apenas teníamos un baile, un vals, pero entramos unos cuantos y empezamos a crear nuevas coreografías”, explica Aldaz. Hoy, la comparsa grande ejecuta unos 16 o 17 bailes, “sin contar las coreografías de los espectáculos”, y la comparsa txiki, otra decena. En esta evolución, destacan espectáculos como Jai Herrikoiak y Jaialdia: “De ahí empezamos a hacer espectáculos más teatralizados, con historia”, añade.
“Ahora estamos en un buen momento”, apunta Aldaz, quien destaca que “en la comparsa txiki tenemos unos 22 miembros, mientras que la grande se compone de otras 25 personas, 7 de ellos históricos integrantes fundadores del grupo, como Blas Subiza y Alberto Biurrun”, todavía al pie del cañón.
Concentración de gigantes
Aunque las celebraciones de este 40 aniversario arrancaron ya el domingo, con la subida a Iruña de los mayordomos y las dantzas en la plaza del Ayuntamiento, y continuaron el martes con el chupinazo, este 1 de mayo ha sido el día de los gigantes. A partir de las 11, cuando el tiempo ha dado un respiro, ha tenido lugar el desfile de la XXXVII concentración de gigantes desde la calle Cuenca de Pamplona (Salesianas). Como invitadas de honor las comparsas de Mondragon, Aoiz, Bergara, Sangüesa y Zizur, en un cumpleaños para recordar.
Y para noviembre esperan estrenar un espectáculo de aniversario, un cuento musical de mitología bajo el título de Amalurra. Nuevos proyectos con la mirada puesta en el medio siglo.
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