“Gracias a toda la asociación y a los que he podido ayudaros”, reconoció orgulloso. “Me encanta, no me puede gustar más”, explicó feliz Rafael Moreno, director del Hotel La Perla. “Rafael pertenece a la cuarta generación. Generación saliente, pues la quinta ya se ha incorporado”, afirmó Maite H. Mateo, socia de la Asociación de Reporteros Gráficos de Navarra (AREGNA-NAGE). Los miembros le quisieron entregar la quinta edición del premio de la asociación. El galardón se otorgó en la biblioteca del hotel donde se encuentran 230 libros dedicados por sus autores. Entre estos hay premios Nobel como Vargas Llosa y Darío Fo.

“Rafael, nos abriste las puertas a nosotros y a nuestras cámaras, con el simple objetivo de hacer mejor nuestro trabajo”, añadió Mateo. Los socios de AREGNA NAGE se sienten muy agradecidos y honrados de que haya aceptado ese premio “pese a no ser muy dado a aceptar ningún reconocimiento”, agradecía Mateo.

Rafael Moreno, director del Hotel La Perla, posa junto al galardón entregado por la Asociación de Reporteros Gráficos de Navarra. Unai Beroiz

Rafael sigue dedicado en cuerpo y alma, como él dice, “a gestionar la felicidad de las personas”. Moreno opina “que no hay nada más bonito que entregar tu energía vital al servicio de los demás”. El protagonista del galardón mencionó la importancia de cada momento: “Cada día hay que ir documentado lo que pasa. Si la fecha de hoy la documentamos pasa a la historia”. El Hotel La Perla ha abierto sus puertas a lo largo de su vida a rostros muy conocidos como son Orson Wells, Ernest Hemingway y Pablo Sarasate.

Los miembros de AREGNA-NAGE quisieron recordar el nombre de Pablo Sarasate, y cómo el 6 de julio 1902 fue homenajeado en el propio hotel por el Ayuntamiento y los vecinos de Pamplona. Joaquín Viñas, edil de la ciudad en aquel momento, nombró a Sarasate hijo predilecto del municipio. Es muy conocido las veces que el violinista consolidaba aun más su popularidad y ofrecía a sus admiradores el primer concierto desde el balcón. “Los reporteros y reporteras de AREGNA-NAGE, en un humilde acto, también queremos rendir homenaje en este caso a Rafael Moreno. Nosotros también hemos utilizado el balcón, que siempre nos ha cedido amablemente para tomar nuestras fotografías e imágenes de lo que acontece en la plaza”, destacó Iñaki Porto. Manifestaciones, festivales y diferentes actos han servido de excusa “para preguntar en recepción si podíamos utilizar algún balcón para realizar imágenes aéreas. Muchas gracias por tu generosidad en nombre de todas las personas que formamos la asociación”, continuó Porto.

“Muchas gracias por el premio”

El galardonado remarcó que no ha tenido muchos reconocimientos porque “no soy una persona a la que le gusten”. Pero contó que este premio es realmente especial “porque yo os quiero mucho”. El director utilizó una anécdota de Leonardo Da Vinci con un alumno suyo para explicar lo que significa el premio para él. “Todo lo que ames y quieras en la vida también te quiere y te ama a ti. Estas cosas son recíprocas, cuando empatizas con alguien, tú a él también le caes bien”.

El premiado quiso acordarse de sus padres, porque todo lo que sabe y todo lo que hace lo ha aprendido de ellos. “Mi padre llamaba a todo el mundo hijo mío, tuvieran los años que tuvieran. Carlos Calleja me decía ‘tu padre cuando yo tenía 15 años, me trataba como a un hijo más y eso no se me va olvidar nunca’ eso nos lo transmitió a todos”, recordó.

Moreno resumió en una frase lo que es el Hotel La Perla y este tipo de instituciones históricas. “Somos lo que fueron y serán lo que somos”. El galardonado tiene la labor de conservar la historia del establecimiento y dárselo a la siguiente generación. Pero reconoció que este tipo de negocios “muchas veces se rompen por las familias, y no es fácil mantenerlo”. El director tiene el objetivo de tratar de que todas las personas que entren al hotel se vayan más felices de lo que han entrado. “Tengo suerte de tener un personal extraordinario, y recibe la filosofía que yo tengo”.

El Hotel La Perla se fundó hace 143 años y se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad. Como muchos otros oficios, es una labor en la que hay que estar trabajando día a día. “Es un negocio pequeño, pero esperemos que vengan muchas más generaciones. Para mi hijo Gonzalo el fundador del hotel es su abuelo, pero para mi nieto ¿Qué es?, lo estuve buscando y es su trastatarabuelo y luego viene pentabuelo”, finalizó orgulloso de su familia.