Ciudadanos ucranianos afincados en Navarra conmemoraron ayer en Pamplona el 33 aniversario del Día de la Independencia de Ucrania con diversas actividades en las que también participaron simpatizantes con la causa del país. Una jornada en la que “hay poco que celebrar” por la “pesadilla” en la que vive el país, en guerra con Rusia. Así se expresó en declaraciones a EFE la presidenta de la Asociación Alas de Ucrania en Pamplona, Lili Shyshkovska, quien señaló que antes de la invasión de Rusia a su país en Navarra había unos 1.300 compatriotas, y hoy son unos 3.000.

“Ni muchos ni pocos”, añadió tras reconocer que gran parte de quienes han dejado Ucrania, obligados por la situación bélica, al proceder de un país frío han elegido meteorologías más benignas que la navarra y hay más en el sur de la península.

Una mujer compra en uno de los puestos de dulces. Iñaki Porto

“Aquí han venido quienes ya tenían amigos, familiares, conocidos o se han guiado por el boca a boca”, indicó mientras atendía a las personas que se acercaron al Paseo de Sarasate, donde la asociación instaló varios mostradores con dulces, venta de arte y prendas típicas del país y de boletos para un sorteo solidario, así como juegos para los más pequeños.

Celebrar la libertad

La música ucraniana, las banderas del país y los tonos amarillo y azul que lo caracterizan en diversas prendas de los asistentes pusieron el color al acto. Un espacio hasta el que se acercaron diversos representantes políticos.

El azul y amarillo de la bandera puso color a la jornada. Iñaki Porto

“Llevamos dos años y medio no celebrando nada realmente porque desde la invasión estamos para pocas celebraciones”, reconoció Shyshkovska. Como explicó la presidenta de Alas de Ucrania, en circunstancias de paz conmemoraban este día de forma más íntima, en los propios domicilios con los amigos. Una jornada que se trata de “celebrar la libertad que hemos añorado tanto a lo largo de muchísimos años, y que llegó hace 33 años con el territorio ucraniano tal y como es ahora”.

Con este acto público se pretendía, pues, “que la gente de Pamplona y Navarra conozcan nuestra cultura a través de nuestra comida y de nuestras canciones, con una pequeña parte de Ucrania representada aquí”.

“Es nuestro cumpleaños, somos todavía jóvenes con 33 ‘añicos’”, sostuvo Shyshkovska, quien deseó que el aniversario número 34, el del próximo año, se celebre en un contexto sin guerra: “Deseo que para entonces se haya acabado la guerra y que a partir de entonces celebremos la victoria”.

“Esperemos que no se alargue mucho, porque el agotamiento del pueblo es tremendo. Es una situación en la que no vemos el final y eso es muy agotador. Esperemos que el año que viene podamos decir que se ha acabado la pesadilla, que hemos ganado y que se ha empezado a reconstruir” el país, ha emplazado.