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El bar-restaurante libanés Sésamo abre su segundo local en San Nicolás

Miren Ripa y Salah Dahmani regentan este negocio que elabora pinchos, entrantes fríos, platos calientes, bocadillos, un menú degustación y postres típicos de Líbano y de otros países árabes

El bar-restaurante libanés Sésamo abre su segundo local en San NicolásJavier Bergasa

El bar-restaurante libanés Sésamo continúa expandiéndose por Pamplona y ha abierto un local ubicado en la calle San Nicolás, 13. “Un día estábamos paseando por el Casco Viejo, vimos que se alquilaba la bajera y no quisimos perder esta oportunidad. Hemos apostado por San Nicolás porque es una calle muy hostelera en la que potean muchos pamploneses y turistas", aseguran Miren Ripa y Salah Dahmani, encargados de Sésamo, que llevaban una década queriendo abrir un establecimiento en la parte vieja de la ciudad.

En mayo de 2021, la pareja levantó la persiana de unabocatería libanesaen Marcelo Celayeta que revolucionó la Rochapea. En la actualidad, este local lo utilizan de almacén. "Lo cerramos porque se nos quedó pequeño”, apunta Miren. En enero de 2022, saltaron al centro de Pamplona con un establecimiento en Paulino Caballeroque sigue en funcionamiento. Además, regentan un tercer negocio en Logroño.

Comida libanesa

Para el local de San Nicolás, la pareja ha diseñado entrantes fríos exclusivos: Taboule (ensalada de perejil, menta, cebolla, tomate y burgul), fatuch (ensalada con pan tostado, queso libanés, tomate, cebolla, pepino, rábano y melaza de granada), Baba Ghannush (crema de berenjena asada con sésamo, aceite de oliva, ajo y zumo de limón) o Warakinab (hojas de parra rellenas de arroz y menta).

Miren y Salah, conscientes de la filosofía de la calle San Nicolás, han elaborado una carta de pinchos árabes: hojas de parra con jamón o alcachofa, hojaldres rellenos o kibbe, una croqueta de carne picada con piñones.

También se podrán probar platos como Baklava (un pastel elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas y bañadas en almíbar o miel) con helado de sésamo, chakchouka (huevos escalfados en salsa de tomates, pimientos y cebolla aderezado con comino, pimentón y harissa), Quzi (carne de cordero cocida muy lentamente, nueces asadas, pasas y arroz), bastela de pescado, cuscús o tayín. “Toda la carta se puede degustar en versión pincho”, explica Miren.

Además, el negocio de San Nicolás mantiene las recetas que cocina en Paulino Caballero: bocadillos libaneses caseros, manakësh (mini pizzas artesanales), platos combinados árabes, menú degustación y postres libaneses típicos.

El aforo del negocio ronda las 50 personas (zona de barra y de restaurante con mesas), la plantilla está compuesta por siete personas (cuatro camareros y tres cocineros) y cuenta con una decoración árabe en la que predominan las celosías, los azulejos de Marruecos y las lámparas turcas. El local abre de lunes a domingo de 10:30 a 00:00 horas.