La festividad de San Blas ambienta Pamplona este lunes con el tradicional mercadillo en el que una veintena de puestos venden pastas y dulces en la plaza de San Nicolás.

El mercadillo ofrece roscos de San Blas, rosquillas, tortas, pastas, dulces y caramelos. De hecho, únicamente está autorizada la venta de productos alimenticios típicos de la fiesta de San Blas y no se puede vender pan ni productos que contengan nata o crema.

A primera hora, la temperatura era fría, pero el sol ha puesto el color a una mañana en la que los ciudadanos de Pamplona han querido acercarse al centro de la ciudad.

Siguiendo la tradición de este día, los productos en venta en los puestos han sido bendecidos en la procesión del santo, que ha salido a las 9:45 horas y que ha dado la vuelta a la iglesia de San Nicolás. Un cuarto de hora después ha dado comienzo la misa.

La procesión ha sido el evento que más personas ha movilizado, pero han sido muchas las que a lo largo de toda la mañana han pasado por los puestos de venta.

Esta tarde, a las 19:30 horas arrancará, desde la plaza de San Nicolás y con dirección al paseo de Sarasate, la soka-dantza, una coreografía tradicional interpretada por el grupo municipal de danzas Duguna-Iruñeko Dantzariak dos veces al año, en San Blas y en San Juan.

La soka-dantza del día de San Blas adoptará un aire más carnavalesco. Los dantzaris bailarán con la cara cubierta con antifaces y vestirán pañuelos estampados en la cabeza y en el pecho. También participará el oso y su guardián, que anunciarán el comienzo del carnaval.

La soka-dantza se ha bailado en País Vasco y Navarra desde el siglo XVI. Esta danza está emparentada con las danzas en cadena, branles y farandoles que se bailan en el sureste de Europa desde al menos en final de la Edad Media y cuya evolución regional ha dado lugar a tradiciones coreográficas locales.