El traslado de las seis estatuas de los reyes de Navarra desde el paseo de Sarasate al parque de la Taconera cuenta con el visto bueno de la Institución Príncipe de Viana. Este traslado es uno de los primeros pasos en la reurbanización del paseo de Sarasate, que dará comienzo la tercera semana de agosto. Esta primera fase del proyecto consiste en el desmontaje, retirada y recolocación de las figuras, con una duración estimada de mes y medio de trabajos en el paseo de Sarasate, para lo cual se cerrará parcialmente el área afectada. 

Tras los trabajos de protección y preparación en el paseo, las figuras se trasladarán a la nueva ubicación en el parque de la Taconera y comenzarán los trabajos de restauración in situ, prolongándose otros dos mesesLa institución Príncipe de Viana avala la reubicación.

Las estatuas corresponden al taller de Doménico Olivieri y fueron adquiridas en Madrid en el año 1885, de entre las que fueron desechadas para la alta balaustrada del Palacio Real (1753). Están asignadas aleatoriamente a los reyes Iñigo Aritza (770-790), Alfonso I el Batallador (1104-1134), Sancho VI el Sabio (1150-1194), Sancho VII el Fuerte (1194-1234), Teobaldo I (1234-1253) y Juana II de Evreux (1328-1349). 

Las esculturas serán reinstaladas en el entorno del parque de la Taconera, en los parterres en talud cercanos a la fuente del tenor Julián Gayarre. Una vez reubicadas las estatuas y adjudicadas las obras, comenzarán las tareas de acopio de materiales antes de que las máquinas entren en el solar, a mediados de octubre. 

El área afectada por las obras de reurbanización, de 24.000 metros cuadrados, incluye, además del paseo, varias calles aledañas: García Castañón, Vínculo y Alhóndiga, hasta la calle Estella. También se incluye en el ámbito la calle Trinidad Fernández Arenas y la calle San Ignacio, en el frente de los jardines del Palacio de Navarra; no está incluida la calle Estella.

Isolíneas

La reurbanización del paseo de Sarasate y parte de las calles aledañas se realiza en función del proyecto Isolíneas, ganador del concurso de ideas, con un rediseño total que apuesta por la plataforma única mediante el trazado de líneas diagonales, separadas cada 25 metros y rotadas 45 grados respecto al eje principal, que permiten conectar de forma continua y sin pendientes significativas las aceras norte (la de la iglesia San Nicolás) y sur (Banco de España y Correos).

La propuesta original del concurso, firmada por el equipo Vi17 Arquitectura, en conjunto con OAB Office of Architecture in Barcelona y OKRA Landscape Architecten, se mantiene en gran medida y solo la zona central conserva su cota original para proteger el arbolado más sensible. La conexión entre los frentes norte y sur a través de la plataforma central se realiza abriendo pasos entre los parterres, pero en lugar de formar una barrera a lo largo del paseo, se dividen en dieciséis zonas verdes, agrupando uno o varios árboles: así, se crearán pasos peatonales entre el Casco Antiguo y el Ensanche sin afectar al arbolado. Aun así, se preserva el concepto fundamental de una topografía accesible a través de plataforma única, sin barreras y con pendientes suaves, que asegura la continuidad espacial y la accesibilidad universal, con protagonismo de peatones y ciclistas.