Tacos franceses en Jarauta de la mano de un influencer
El Mimo, la persona detrás de la cuenta de redes pimpamplona, abrió el 2 de junio su propio local de tacos franceses después de dejar su trabajo de soldador
“Desde siempre he tenido la idea de hacer cosas para mí, no trabajar para otros”. El Mimo, como se hace llamar, ya no es solo la persona detrás de la cuenta de redes sociales pimpamplona. Ahora, a sus 26 años, es también el fundador y la cara visible de Takoneta, un local abierto el 2 de junio en la calle Jarauta que sirve una receta de tacos franceses.
Antes de llegar hasta aquí, trabajó casi siete años de soldador en una empresa de su localidad natal, Lakuntza: “Me ayudó a espabilar, y aunque tragase mucho humo, me decía que sería por poco tiempo”. Pese a no estar mal, sabía que era una etapa de transición que le ayudaría a alcanzar sus metas: “Cuesta dejar algo donde estás cómodo, pero tenía que cumplir mi palabra”. Eso sí, tuvo que armarse de valor, ya que algunas personas le mostraban su desconfianza ante el proyecto: “Me decían que estaba loco renunciando a un trabajo al lado de casa por lanzarme a esto”.
Durante estos años, compaginó sus obligaciones laborales con subir vídeos a redes: “Hacía preguntas a la gente de aquí para mis amigos, pero no me atrevía a dar el paso a Pamplona”. Explica que cuando él comenzó no era tan común sacar un micrófono por la calle para hacer preguntas: “Ni siquiera Osasuna lo hacía. Desde que di el paso se empezó a ver más”. A día de hoy es popular entre los jóvenes por sus vídeos de preguntas y respuestas cortas que hace por la calle. Cuenta con más de 32.000 seguidores en instagram y de 100.000 en tiktok.
El verano pasado, el de 2024, se dio cuenta al volver de sus mes de vacaciones que era momento de dar el paso que siempre le había rondado la cabeza: “Fue duro volver. Estaba cansado y les dije que me iba porque tenía un sueño por cumplir”. La idea la tenía clara, lo difícil fue dar con un local asequible. Finalmente fue a parar a la famosa calle de las peñas en el Casco Viejo. Su establecimiento era el anterior bar París, un clásico de la capital navarra donde se iniciaba la ruta París-Niza.
En cuanto a su producto, aclara que, pese a la confusión de algunos, es una apuesta diferente a lo que se ofrece en Pamplona: “La gente se piensa que es un kebab, pero no tiene nada que ver. Nuestra carne es a la plancha, tenemos cordon blue, pechugas de pollo...”. Van metidas en una tortilla de trigo y lleva patatas fritas, queso fundido y salsa. El Mimo estaba cansado de que todo lo que abría de comida rápida fuesen hamburguesas, por eso decidió apostar por esta receta francesa a la que le tiene pillada el tranquillo: “Es un plato que solía hacer en casa y me gusta mucho”. También está contento con su nuevo trabajo, mucho más interactivo: “Siempre he estado cómodo de cara al público. Me lo paso bien”. Abren de martes a domingo, de 14.00 horas a 23.30 horas.
Planes de futuro
Ahora mismo Takoneta es un negocio familiar. Trabaja él junto a sus padres: “Pagar nóminas altas desde el principio hubiera hecho todo más difícil”. Además, quería empezar poco a poco y no vincular demasiado el trabajo con su perfil de redes sociales: “Igual si venía mucha gente no estaba preparado. Prefiero sacar dos y que estén bien a hacer publicidad a lo loco y que la gente se lleve una imagen mala”. Quería que el recibimiento no fuese con un producto hecho “deprisa”.
De todas formas, no escaparon de la locura de San Fermín: “Nos vino bien. Igual un día normal la gente no prueba algo nuevo y se llevaron una sorpresa. Nos ayudó a que la gente nos conociera”. Admite que trabajar como hostelero esos días es duro, pero está contento con el trato de la clientela: “Pensábamos que iba a ser peor, pero chapó. La gente sabe comportarse”.
En septiembre, con el arranque de curso, ya tiene pensado subir una marcha: “Haré más promoción en redes”. Buscará también contratar otra persona para que eche un cable en el establecimiento, ya que hasta ahora el casi no podía pisar la cocina por estar atendiendo en la barra. Y no tiene planeado que sea el final. “Me gusta arriesgar. Si va bien quiero abrir más en otras partes de Pamplona”, reconoce el Mimo entre risas.
También cuenta con que, tras el esfuerzo inicial, vuelva a tener más tiempo para su hobby, hacer entrevistas a pie de calle y publicarlas. Quién sabe si empieza a incluir entre las preguntas si conocen los tacos franceses.
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