Representantes del Ayuntamiento de Pamplona viajarán, entre el 29 de noviembre y el 7 de diciembre, al Sahara para visitar tres proyectos que cuentan con financiación municipal. En concreto, serán las concejalas de EH Bildu Garbiñe Bueno Zabalza y Zaloa Basabe Gutiérrez y el concejal de la misma formación Endika Alonso Irisarri quienes participen en el viaje, organizado por la Delegación Saharaui en Navarra y la Asociación Navarra Amigos del Sahara (ANAS). El coste de vieja para el Ayuntamiento de Pamplona será de 1.860 euros, 620 euros por cada concejalía.
El desplazamiento se realizará en vuelo chárter con salida desde Pamplona y destino a los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, en Argelia. El objetivo es conocer de primera mano la situación del Sahara y los proyectos que financia el Ayuntamiento de Pamplona, sensibilizar a la población de Pamplona con la situación del Sahara y ayudar a difundir el Programa Vacaciones en Paz de ANAS, con el objetivo que más familias de Pamplona-Iruña acojan niños/as durante el verano en sus familias.
Además, el viaje permitirá realizar visitas institucionales y entrevistas con diferentes agentes políticos y sociales. Hay previstas visitas al Ministerio de Cooperación, a un centro de discapacidad, un proyecto de matronas, biblioteca, al Museo de la Resistencia, Media Luna Roja Saharaui, Museo Nacional, al campamento más lejano donde mejor se mantiene la esencia saharaui, a la base de distribución de alimentos, las instalaciones de agua, el Ministerio de juventud donde se organiza programa Vacaciones en Paz, el Ministerio de salud y el hospital.
Tres proyectos en Tindouf
El Ayuntamiento de Pamplona colabora en tres proyectos que se desarrollan en la provincia de Tindouf. Uno de ellos consiste en el diseño y puesta en marcha de un sistema de gestión del agua local, público, descentralizado y participativo en la wilaya de Auserd, que lleva a cabo la ONGD Asociación de Trabajadores y Técnicos sin Fronteras (ATTSF), con el objetivo de que sea replicable. Esta iniciativa responde a una necesidad consensuada con ACNUR, el Ministerio de Agua y Medio Ambiente (MIAMA), la Media Luna Roja Saharaui (MLRS) y la Gobernación local. El proyecto se estructura en torno a tres líneas de acción fundamentales, basadas en análisis de situación conjuntos con ACNUR y otros actores: 1. la definición de respuestas técnicas de calidad para mejorar el sistema de distribución; 2 el fortalecimiento de capacidades de la Gobernación para que pueda liderar la gestión del agua; y 3. el fomento de la participación ciudadana desde una perspectiva de derechos y rendición de cuentas.
El segundo proyecto que recibe apoyo municipal, también en los Campamentos de Refugiados Saharauis en Tindouf y a cargo de la ONGD Asociación de Trabajadores y Técnicos sin Fronteras (ATTSF), se centra en fortalecer las capacidades del Centro Logístico Integral (CLI) para contribuir de manera eficiente a cubrir las necesidades básicas de la población refugiada, incluyendo alimentos, agua, saneamiento y bienes de primera necesidad. El CLI gestiona el mantenimiento y la reparación de una flota crucial de 65 vehículos (17 para alimentos, 28 cisternas de agua, 16 para residuos sólidos, y 4 de apoyo), además de asumir progresivamente el mantenimiento de la red de tuberías de agua en las wilayas de Auserd (28 km) y Dajla (9 km). Las actividades principales se centran en el fortalecimiento del equipo local (mejora de instalaciones, dotación de equipos, formación, refuerzo de cisternas en verano), el fortalecimiento del papel de la mujer (promoción del liderazgo y formación en género), la protección ambiental y economía circular (procedimiento Eco-driving, instalación de placas solares), y la innovación tecnológica (análisis de rutas, desarrollo de un ERP).
El tercer proyecto que visitará la delegación está a cargo de la Asociación Navarra de Amigos/as de la RASD y se enfoca en la seguridad alimentaria y la lucha contra el hambre, abordando los derechos a la alimentación y a la salud. El objetivo principal es paliar la malnutrición infantil en la población refugiada, centrándose especialmente en el grupo más vulnerable: los niños y niñas de 0 a 2 años que presentan altos niveles de desnutrición y retraso en el crecimiento, con el fin de generar un impacto sostenible en su desarrollo físico y cognitivo. La estrategia se centra en el suministro mensual de leche infantil durante un período de seis meses.