Decenas de personas migrantes en situación irregular viven en el antiguo convento de Agustinas de Aranzadi mientras el Ayuntamiento avanza en su plan para la zona. El edificio se rehabilitará para convertirse en un centro sociosanitario, un hospital de neurorrehabilitación que se completará con la construcción de una residencia de mayores con 120 plazas y de apartamentos tutelados con capacidad para 39 personas en la parcela contigua, en la trasera de Agustinas y el colegio Miravalles-El Redín.
El desarrollo de residencia de mayores y de apartamentos tutelados en la parcela contigua a la de Agustinas está pendiente de la tramitación de un nuevo PEAU en la zona, que modifique sus usos para que pueda acoger esas dotaciones residenciales. De hecho, hoy en el pleno municipal se darán pasos en este sentido. El convento de Agustinas, en desuso desde la salida de las monjas en 2011, es propiedad municipal desde 2015 y tiene como destino el uso dotacional.
Aumento del 80% en la inversión
El Ayuntamiento de Pamplona tiene sus recursos sociales saturados y no es capaz de atender a todas estas personas que viven en lugares como Aranzadi. Según explicó este jueves el concejal del área, Txema Mauleón, se afronta desde los recursos de sinhogarismo la llegada continua de migrantes en situación irregular, que en su opinión, debería afrontarse de forma conjunta a nivel nacional.
Mauleón señaló que Pamplona ha aumentado un 80 % la inversión en recursos de este tipo, como viviendas municipales o el pago de hoteles, pero que con personas en situación irregular, sin empadronar ni con un contrato de trabajo, las dificultades aumentan. El Ayuntamiento trata de que se formen mediante educadores para que, una vez regularicen su situación, puedan entrar en su sistema de recursos sociales. De cara a las obras que se harán en el convento, el Consistorio deberá desalojar a estas personas para que se pueda llevar a cabo el proyecto, pero no hay una alternativa habitacional para ellas.
Discursos “xenófobos”
El grupo municipal Contigo-Zurekin en Pamplona lleva este jueves al pleno una propuesta de declaración institucional para “rechazar de forma clara y contundente el uso de insultos, descalificaciones personales, bulos y discursos con componentes xenófobos en el ámbito del debate político democrático”. Según explicó la coalición, la iniciativa responde a “la creciente preocupación por la normalización de la crispación y el lenguaje agresivo en la esfera pública, especialmente por parte de la derecha navarra”.
Mauleón afirmó que, en los últimos meses, la presidenta de UPN y portavoz del partido en el Ayuntamiento, Cristina Ibarrola, “ha protagonizado reiteradas intervenciones que traspasan los límites del respeto democrático, vinculando de forma generalizada a personas migrantes con delitos o con el supuesto ‘fraude’ a las ayudas sociales, basándose en bulos o casos aislados instrumentalizados con fines políticos”.