Titín IIi ya es leyenda
Mano emotivo adiós del riojano en un adarraga abarrotado y entregado pese a su derrota (22-18)
Logroño - La pelota despidió ayer a Titín III. Y viceversa. El delantero de Tricio ya es leyenda viva de un deporte del que no pudo marcharse con una victoria, pero sí con el cariño de la afición, compañeros, amigos y familiares. El caracolero disputó ayer, a los 45 años edad, en un abarrotado frontón Adarraga de Logroño el último partido de una dilatada carrera profesional de 22 temporadas. Tras saborear cada una de las decenas de ovaciones que le tributó una grada entregada con el ídolo riojano y recibir multitud de agasajos de parte de jefes, compañeros e instituciones, Titín III se enzarzó en su última pelea por alcanzar el cartón 22. Acompañado por su paisano David Merino, luchó con denuedo por despedirse con un triunfo, pero ni Juan Martínez de Irujo ni Cecilio Valgañón tuvieron piedad. Titín III y Merino II mantuvieron opciones de victoria hasta la última igualada de la tarde (18-18), pero después ya no fueron capaces de sumar más para terminar cediendo por digno 22-18.
Casi nadie quiso perderse la despedida de Titín III, que saltó a la cancha del Adarraga con la grada puesta en pie y al ritmo del Highway to Hell de AC/DC. La fiesta comenzó un poco antes y de ella participaron un nutrido grupo de chavales de la escuela de pelota que lleva el nombre del ya expelotari profesional y los participantes en un vídeo de unos ocho minutos de duración que sirvió para repasar la trayectoria del homenajeado. Luego llegaron los regalos, que vinieron con diferentes procedencias: desde el Ayuntamiento de Logroño y del Gobierno de La Rioja, de parte del jefe de Aspe (Fernando Vidarte), de LaCaixa (Isabel Moreno), de su preparador físico (Joaquín Plaza) y de sus compañeros de festival (los que jugaron antes y los que se despidieron junto a él), sobre todo los riojanos, que entre otros muchos obsequios le vistieron con un chandal de entrenador, acompañado de un silbato, un cronómetro y una gorra. Titín III recogió todos sus trofeos con tremenda gratitud, e incluso con sonoras carcajadas, como cuando Gorka Esteban y David Merino le entregaron varios utensilios de labranza (un motocultor, una azada y una motosierra) o como en el momento en el que Miguel Merino irrumpió en la cancha a bordo de un segway (un transportador personal de dos ruedas) al que también se subió el homenajeado.
Tras los agasajos, a Titín III le tocó hablar. Fue un discurso en el que no se quiso olvidar de nadie, aunque se acordó sobre todo de su familia. Le mandó un beso a su mujer, Yolanda; de sus tres hijos, David, Adrián y Óscar, dijo maravillas; también de su madre, Flora. Todos ellos estuvieron ayer en el frontón, todos menos su padre, “que falta, pero que en realidad no falta porque lo tenemos en el corazón”, espetó al borde del llanto. Y es que Titín perdió a su padre hace ya siete años, en vísperas de una final del Cuatro y Medio que pudo ganar para dedicársela. Aquel título es el único individual que adorna el palmarés del caracolero, que volvió a acordarse de su padre en un día de muchas emociones.
Después llegó el turno de lo deportivo, de lo que más le gusta a Titín y que a partir de ahora seguro que echa de menos: el partido. Vestido de blanco y con gerriko azul, el caracolero buscó una despedida con victoria. No pudo ser. Sus rivales, Irujo y Cecilio, se mostraron superiores, pero, aunque no firmó el mejor partido de su vida, al delantero de Tricio le quedaron arrestos para protagonizar jugadas antológicas, en especial, la que supuso el empate a 17. Se unió a David Merino en perfecta comunión para defender entre ambos varias pelotas increíbles hasta conseguir que el tanto cayera de su lado. Sumó y, con la grada en pleno puesta en pie, se llevó una nueva y cerrada ovación. La misma que se repitió, pese a la derrota, tras el partido, en la sala de prensa (los periodistas también le aplaudieron) y cuando regresó a la cancha para, con una paciencia infinita, seguir recibiendo el cariño de la gente. Esa fue su victoria. La de un pelotari que ya es una leyenda.
45
años de edad. Augusto Ibáñez Sacristán, Titín III, nació en la localidad riojana de Tricio el 13 de enero de 1969.
22
años como profesional. El homenajeado debutó el 13 de septiembre de 1992 en el frontón de la localidad riojana de Baños de Río Tobia. Ayer, 5 de octubre de 2014, disputó su último partido como profesional en el Javier Adarraga de Logroño.
1.805
PArtidos. Con el de ayer, el caracolero ha disputado durante sus 22 años como profesional la friolera de 1.805 encuentros.
5
txapelas. Aunque alejado de los más laureados, Titín ha ganado cuatro veces el Campeonato de Parejas (en 1994 con Fernando Arretxe; en 2000 con Oskar Lasa; en 2004 con Fernando Goñi; y en 2012 con David Merino) y un Cuatro y Medio (2007).
Un vídeo emotivo. Antes del último partido de Titín III, se proyectó un vídeo de unos ocho minutos de duración para repasar la vida y la carrera profesional del caracolero. En la grabación aparecieron, entre otros, Javier Solozábal (profesor de Titín), Joaquín Plaza (su preparador físico y amigo), el cocinero y empresario pelotazale Karlos Arguiñano, Miguel Muntión (exintendente de Aspe y amigo de Titín) y Juan Martínez de Irujo (compañero de empresa y ayer rival del homenajeado).
Muchos pelotaris. A Titín III le acompañaron ayer muchos pelotaris y expelotaris. No faltaron sus habituales compañeros de entrenamiento (los hermanos Merino -David y Miguel-, los hermanos Esteban -Gorka y Víctor-, Cecilio Valgañón y Álvaro Untoria) ni otros profesionales (Abel Barriola, Aitor Mendizabal y Ladis Galarza, entre otros muchos), así como unos cuantos ya retirados (Oskar Lasa, Aitor Elkoro, Rubén Beloki o Miguel Capellán, por citar algunos ejemplos) que ya compartieron profesión con el riojano.
Los partidos. En el primer partido de la función, Gorka Esteban y Miguel Merino se impusieron a Jon Apezetxea e Íñigo Pascual (11-22). En el estelar, Martínez de Irujo y Cecilio vencieron a Titín III y Merino II (22-18).