Erik Jaka jugará por primera vez la final del Torneo San Fermín del Cuatro y Medio tras imponerse hoy a Mikel Urrutikoetxea por 16-22 en el duelo de semifinales de la rama de Baiko disputado en Elgeta. El de Lizartza se medirá este próximo 7 de julio en el frontón Labrit de Iruña a su buen amigo Jokin Altuna, que el sábado por la noche dejó en la cuneta al vigente campeón de la competición, Joseba Ezkurdia (13-22).

Los errores han predominado en el pulso de esta tarde en Elgeta entre dos excampeones manomanistas que no están en su mejor momento y se encuentran muy necesitados de una inyección de confianza. En ese sentido, quien más ha regalado ha sido Urrutikoetxea. El de Zaratamo ha despilfarrado el parcial de 7-0 con el que ha arrancado el partido, un jugoso botín obtenido con apenas una docena de pelotazos. Y es que cuatro de esos siete tantos los ha logrado de saque, frente a un Jaka bloqueado y sin capacidad de reacción.

Urruti buscaba el 8-0 con un gancho que, sin embargo, se fue a la chapa. Lo que en otras circunstancias será un percance sin importancia, en el caso del vizcaino supuso un mazazo que resquebrajó su fe en la victoria. Y fue una bocanada de oxígeno para Jaka, que rápidamente revertía la tendencia para situarse al mando de las operaciones. Con un parcial de 2-12 lograba lo que poco antes parecía imposible: llegar al primer descanso largo por delante (9-12).

A partir de entonces, los arranques de Urrutikoetxea en pos de la reacción se veían truncados por errores propios. Los más dolorosos, las dos faltas de saque cometidas en el 12-16 y el 16-20. Antes, con 15-17, ha intentado un dejada al txoko que le podía haber acercado a un solo tanto de Jaka, pero la chapa frustró dicha posibilidad. El de Lizartza no ha desaprovechado la renta adquirida y ha finiquitado el pleito con un remate al txoko que sellaba su pasaporte a la cita matinal del 7 de julio, la más importante de la temporada solo por detrás de las finales de los tres grandes campeonatos (Manomanista, Parejas y Cuatro y Medio).

Altuna, superior en Sopela

La noche del sábado, el frontón de Sopela, lleno a reventar en plenas fiestas patronales de San Pedro, asistió a una bonita pelea entre dos de las máximas figuras del panorama actual de la pelota. En un pulso equiparable al que dirimen estos días por las carreteras vascas Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard en el pelotón de un Tour de Francia que horas antes había atravesado la localidad, Jokin Altuna se impuso por 13-22 a Joseba Ezkurdia. Esta victoria le sitúa el próximo viernes, 7 de julio, en la final del Torneo San Fermín del Cuatro y Medio.

Altuna, en una muestra de oficio, supo aplacar la furia desatada por Ezkurdia en un partido con dos partes diferenciadas. El navarro salió desbocado y con tres violentos zarpazos tomó ventaja en el luminoso (3-0). Pero su rival, bregado en estas lides, no se amilanó. Buscando el juego en largo, moviendo a Joseba por toda la cancha y entrando de aire con maestría en cuanto tuvo ocasión, Jokin le dio la vuelta a la situación hasta colocarse con un 4-7 a favor. No obstante, Ezkurdia no estaba dispuesto a arrojar la toalla y volvió a la carga. Eso sí, ya no volvería a ponerse por delante en el marcador. Únicamente lograría dos igualadas, a 8 y a 10, antes del despegue definitivo de Altuna.

La segunda mitad de la contienda fue mucho más cómoda para el guipuzcoano. Cuando, tras un arranque a un ritmo frenético, aparecieron los primeros síntomas de fatiga, la superioridad de Altuna se hizo incontestable. A Ezkurdia le iba faltando frescura para atropellar con su pegada al amezketarra. Éste, sin estridencias pero con precisión de reloj suizo, marcó un parcial de 0-6 que dejó la contienda prácticamente sentenciada (10-16). En cambio, a Ezkurdia ya no le daba más que para firmar algún bonito tanto suelto, pero sin la continuidad necesaria para frenar la sangría. Por el plácido camino hacia el cartón del 22, Altuna dejó alguna perla, como la primorosa dejada al txoko que supuso el 12-19. Auténtica canela en rama. El guipuzcoano rubricó su triunfo con un dos paredes a vuelta del resto de Ezkurdia y recibió la cerrada ovación de un público que disfrutó del espectáculo.