La de Jokin Altuna y Julen Martija en este verano puede definirse casi como una pareja de hecho. En estos últimos tres meses han disputado juntos once partidos, con un balance de ocho victorias y tres derrotas. Este jueves sumarán el duodécimo en Altsasu (18.00 horas), donde se medirán a Ezkurdia-Zabaleta y el viernes ya serán trece con su cita en Bermeo frente a Urrutikoetxea-Mariezkurrena. Para rematar la campaña estival, aún les quedan los dos envites de la liguilla del Torneo de San Mateo, que podrían tener un anexo si logran el billete a la final. Con eso harían 16. “Nos conocemos mucho ya”, admite Altuna. Entre los éxitos más notables que han disfrutado juntos destaca el Parejas de 2022. En ese mismo año, conquistaron también juntos la feria logroñesa, cuya edición de 2023 arranca mañana. Asociados de nuevo, Altuna y Martija defienden título. “Somos una pareja que sumamos mucho e iremos a por todas”, añade con ambición el de Amezketa.

La de San Mateo es considerada por muchos como la reina de las ferias estivales. Altuna es de esa misma opinión: “Me encanta el torneo, el ambiente que se vive”. Y además tendrá al lado a su zaguero fetiche. “Con Julen siempre juego muy a gusto”, reconoce. Con él se quedó en puertas de ganar en La Blanca, al ceder en la final ante Peña II-Albisu. Y acudirán al Adarraga con la intención de quitarse esa espinita. De salida, asumen su condición de máximos candidatos a pasar a la final dentro del grupo B, en el que tendrán como rivales a Larrazabal-Imaz y Zabala-Zabaleta: “Seremos favoritos, pero eso hay que demostrarlo en la cancha. Son dos partidos y hay que intentar ganar los dos. A ver si tenemos buenas sensaciones”.

En esa liguilla, Altuna y Martija someterán a examen a la gran novedad de esta feria matea: el najerino Javier Zabala. “Es muy peligroso. Tiene cosas por aprender, pero demuestra mucha capacidad. La empresa le está poniendo buenos partidos y él intentará aprovecharlo, no tiene nada que perder. Allí en La Rioja, con su afición, tendrá muchísimas ganas. Que lo disfrute y nosotros iremos a intentar aguarle la fiesta”, remata en tono jocoso el delantero guipuzcoano.

Este torneo de San Mateo y la posterior fase final del Masters CaixaBank, en la que peleará junto a Ander Imaz por coronarse en el Navarra Arena, se le presentan a Altuna como unas magníficas oportunidades de redondear un verano más que notable, en el que ha desplegado un gran juego. Sus mayores éxitos llegaron en julio, con el doblete logrado en San Fermín al llevarse los torneos del Cuatro y Medio y el de parejas. En agosto, los resultados no fueron tan brillantes y ahora espera repuntar en septiembre. Altuna explica esta evolución. “Cuando estás en racha, sin querer llegas a 22. Y en julio hice grandes partidos, pero también otros en los que ganamos 22-21 por suerte. En agosto, quitando dos partidos, también me encontré muy bien. La final de Donostia -se jugó el 1 de septiembre- la perdimos no porque estuviéramos jugando mal, sino porque enfrente tuvimos una grandísima pareja”, dice Altuna, en referencia al duelo en el que él y Rezusta cedieron ante Jaka-Mariezkurrena (22-12). 

“Todos los partidos que estoy disputando son muy difíciles, muy duros. Lo más importante es que estoy rindiendo muy bien, siendo regular y jugando sin dolores ni molestias”

“Todos los partidos que estoy disputando son muy difíciles, muy duros. Lo más importante es que estoy rindiendo muy bien, siendo regular y jugando sin dolores ni molestias”, destaca el guipuzcoano de una época, la estival, que se le hace cuesta arriba. “El verano, en mi caso, es lo más duro de todo el año. En invierno, jugando un partido a la semana, ando muy bien. Tengo tiempo para descansar, para entrenar… No se puede comparar. Yo tengo firmados 60 partidos y 33 o 34 los juego en estos tres meses. Además, ahora todo es competición: torneos, Masters… Y también en los partidos amistosos todos van a muerte, tienen que defender su estatus”, apostilla.

Subraya Altuna que su principal objetivo para este final de verano es “no lesionarme, seguir con buenas sensaciones y estar con el mejor juego posible para cuando empiece el Cuatro y Medio”, un torneo que aún no tiene en mente: “No he tenido tiempo para entrenar nada. Pero ya estoy acostumbrado, llevo muchos años y a eso no le doy ni media vuelta”.