“Lo del gerriko dorado es un puntazo y lo llevaré con orgullo”, dice Xabier Barandika. Coronado como campeón de la Jai Alai League por segundo año consecutivo –en ambos con Imanol López y clasificado como el cuarto delantero del circuito–, el delantero de Gernika aterrizó en la Final Four por los pelos.

La historia se repite. 

—De hecho, en esta edición me tocó esperar que Jean Olharan perdiese algún que otro partido en Iparralde. Tuve suerte. Me clasifiqué por la mínima. Cuando vi que me tocaba con López, muy contento. Además, el Carmelo Balda de Donostia es un frontón que me gusta mucho. Lo cogí con muchas ganas.

Ganaron a Aritz Erkiaga-Gorka en la semifinal y el lunes demostraron su nivel en la final ante Urreisti-Basque (6-15 y 12-15). 

—Hemos ido de menos a más. En el primer partido nadie apostaba por nosotros. Ellos eran claros favoritos. La verdad es que nos salió un partidazo. En la final también estuvimos a un gran nivel. Eñaut y Thibault forman una pareja muy potente. Fuimos superiores casi todo el partido. La Final Four ha sido redonda.

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En imágenes: Barandika-López y Elaia-Maia, campeones de la Jai Alai League ante Urreisti-Basque y Sorozabal-Arai JAVIER COLMENERO

El menisco roto

Son dos Ligas consecutivas con el mismo compañero, López. ¿Qué cree que se aportan el uno al otro? 

Imanol es un zaguero que le gusta trabajar y yo soy igual. No soy un delantero que arriesgue; soy más de currar el tanto y después rematar cuando está claro. López genera la confianza de que va a dominar, no va a fallar, va a ser consistente en el peloteo y genera oportunidades. Es una gozada. En mi caso, creo que físicamente, sobre todo en la segunda parte del segundo set, me tocó trabajar un poco más de la cuenta cuando empezaron a buscar el rebote. Ahí, Imanol se quedó tranquilo, porque sabe que puedo aguantar bien.

No ha sido una temporada fácil para usted, porque acusó problemas físicos. 

—En marzo me rompí el menisco de la rodilla derecha. No me voy a operar porque no tengo dolores. He salido en todos los partidos con incertidumbre por cómo iba a estar al día siguiente, si iba a responder. A medida que avanzaba el verano, experimenté una mejoría en cuanto al dolor y ahora en Donostia he estado muy cómodo. Después de pasar lesiones graves, el estar en la cancha y no tener dolores es lo más bonito para mí. Las txapelas son un plus.

Darle la vuelta

Detrás hay un montón de trabajo. 

—Trabajo todo lo que puedo y más. Suelo hacer físico en Geroa, con Gontzal Uriona, y además meto entrenamientos de gimnasio por mi cuenta. Hago todo lo que está en mi mano para que mis rodillas y mi cuerpo aguanten bien.

En 2024 ganó la Jai Alai League junto a Imanol en Durango y les volvieron a alinear en el Winter, pero no empezó bien la temporada, se quedaron fuera en la primera ronda. 

—Fue un golpe bastante gordo. Llegamos con buenas sensaciones, pero Gernika es otro mundo. El frontón se hace largo. No estuvimos al nivel y no acertamos en la estrategia. Hemos aprendido de ello y ojalá nos vuelva a tocar juntos para sacar la espina.

Tiene mucho mérito darle la vuelta a los problemas de rodilla y a ese inicio. 

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—Pongo muy buena nota a mi año. Me rompí el menisco y después logré hacer una buena Iron Cup en Bilbao, donde perdimos la final contra Erkiaga-Gorka, los números 1, en el desempate; llegué lejos en Gernika y me ganó Erkiaga también y ahora logramos conquistar la Liga. En marzo no daba un duro por acabar así el circuito.

¿Se ha destapado Donostia como plaza puntista? 

—Era complicado llenar el Balda un lunes. No imaginaba esta respuesta. Hay que felicitar a todo el grupo de trabajo de Eraman, porque lo han petado.