"Queremos construir proyectos que den a los jóvenes opciones reales de desarrollo"
Maialen Etxeberria asegura que Ernai trabajará "desde la base de los pueblos" y "desde lo individual" para promover cambios en los modos de vida que permitan terminar con el "capitalismo patriarcal" y alcanzar los objetivos de "independencia, socialismo y feminismo"
pamplona. El proceso de constitución de la organización ha contado con aportaciones de más de 2.500 personas de 180 pueblos, ¿con qué objetivos nace?
Como objetivo tiene un proyecto de desarrollo integral y unos objetivos políticos que son la independencia de Euskal Herria, el socialismo, el feminismo y el ecologismo. En esta dirección hemos definido una estrategia juvenil encaminada a esa consecución de esos objetivos. Para nosotros el camino es el cambio en las formas, costumbres y modos de vida, y trabajar de manera constante para la conseguir un Estado vasco, socialista y feminista.
En su presentación detallaron el compromiso con el proceso político como una las prioridades de la organización.
Pensamos que estamos en un momento político clave y en ese sentido asumimos el documento de Zutik Euskal Herria, reafirmándonos en el cambio de la izquierda abertzale. De esta forma daremos pasos para estabilizar esta situación política y conseguir un espacio democrático donde los mínimos democráticos estén presentes.
Comparten objetivos políticos con Sortu, pero ¿depende Ernai orgánicamente de el partido?
Somos una organización autónoma. Hacemos nuestro el proyecto político de la izquierda abertzale, ya que somos parte de ella. En ese sentido trabajaremos con Sortu de forma natural.
¿Cómo va a visualizarse?
Creemos que este panorama negro en el que vivimos los jóvenes no es solo fruto de una crisis económica, sino que era una crisis global y la definimos como una crisis de civilización. En ese sentido, crear nuevas formas de vida y nuevas formas de desarrollar proyectos es el único camino para poder salir del propio sistema patriarcal capitalista. Ante esta situación de crisis que nos ofrecen los estados, tenemos que trabajar mucho para conseguir un Estado social vasco y para ello luchar por modelos de vida donde podamos vivir en euskera, formarnos en unos valores feministas y también trabajar temas como la vivienda, el empleo, la educación o el internacionalismo que aportan a la contrucción de este estado.
¿Qué formas habría que cambiar?
Las formas de relacionarnos, las formas de consumir, el sistema de educación, dar importancia a vivir en euskera, el ecologismo... hay muchos frentes que cambiar pero defendemos que ese cambio tiene que empezar por nosotros. Tomar la iniciativa de hacerlo personal y luego transmitirlo colectivamente. En esa construcción de un Estado vasco social y feminista, nuestra labor será enriquecer al movimiento juvenil creando y ofreciendo espacios y herramientas para la juventud.
No son buenos tiempos para la juventud, que está sufriendo de manera directa las consecuencias de la crisis, ¿hay más motivos para formar parte de una organización?
Los jóvenes prevén ahora el futuro más negro y por eso tenemos que unir más fuerzas para poder construir de verdad unos proyectos en los que los jóvenes tengamos opciones de desarrollarnos tanto individual como colectivamente. Tenemos que explotar espacios donde esos proyectos sean realizables. Para ello debemos articular un poder joven que se enfrentará al poder hegemónico, un poder que responderá a la problemática juvenil.
Afrontan el proyecto con compañeros jóvenes todavía encausados y encarcelados, ¿en qué sentido van a trabajar para tratar de dar solución a este tema?
Estamos en una situación política en la que todo el mundo tiene que dar pasos por la resolución del conflicto. Tenemos que trabajar y responder por los derechos sociales y políticos como personas y como jóvenes. ¿Cómo? Tenemos claro que vamos que estar ahí, estamos trabajando en ver cómo podemos incidir en esa resolución.
¿Tienen miedo a que se repitan esquemas anteriores?
En este contexto político, por hacer política no podemos ser perseguidos ni juzgados. Tenemos el derecho a seguir trabajando políticamente por la construcción de nuestro pueblo. Estamos con ganas, no tenemos ningún miedo porque no hemos hecho nada por lo que tengamos que preocuparnos. Ahora más es la ilusión y las ganas que otras cosa.
¿Cree que se tiene poco en cuenta a la juventud en política?
Sí, eso es una conclusión que hemos sacado en el proceso, que se nos deja un poco fuera de la institucionalización. Debemos hacer ver a los jóvenes que somos capaces de articular un derecho nuestro y poder proyectar eso también en la política. Podemos responder políticamente porque somos capaces de hacerlo y debemos decidir sobre nuestro futuro.
¿Para cuándo la estructura de la dirección de Ernai?
No vamos a hacer pública una estructura de organización pero sí la habrá internamente. La importancia no tiene que tenerla la dirección sino los pueblos y barrios.
¿Se organizarán entonces desde abajo?
Sí, ese es el cambio que queríamos dar. Los proyectos locales de cada pueblo serán pequeñas alternativas que responderán a su realidad, la cual encamina y ayudará a la alternativa de un proyecto integral, de ese Estado vasco. Para ello es importante la cooperación entre diferentes agentes sociales, sindicales y el propio movimiento juvenil.