El artículo 57.2 de la Constitución Española establece que "elPríncipe heredero, desde su nacimiento o desde que se produzcael hecho que origine el llamamiento, tendrá la dignidad de Príncipede Asturias y los demás títulos vinculados tradicionalmente alsucesor de la Corona de España". Aunque el texto constitucionalno lo cita, se sobreentiende que uno de ellos es el de Príncipede Viana, título que instauró Carlos III en 1423 para reconocera su nieto como heredero de la Corona de Navarra. Se trata deun "precepto singular", según Roldán Jimeno, profesor de Historiadel Derecho de la UPNA y autor del artículo La dignidad de príncipede Asturias y los demás títulos vinculados tradicionalmente alsuceso de la corona de España, que cuestiona la legitimidad histórica,incluso jurídica, de tal condición, en tanto que el reino deNavarra desapareció en 1841. "Lo cierto es que Navarra no vinculóhasta 1993 la figura de Felipe de Borbón con el título de Príncipede Viana", sostiene este experto.
Tres años antes, el Gobierno foral, entonces presidido por elsocialista Gabriel Urralburu, instituyó el Premio Príncipe deViana de la Cultura, con el fin de reconocer anualmente a personalidadese instituciones destacadas en el ámbito de la cultura. El nombredel galardón coincidió con el 50 aniversario de la institucióndel mismo nombre. "Se pretendía reivindicar la figura del nietode Carlos III, con el que los navarros identificaban la institucióncultural oficial de Navarra.
Ni más ni menos", indica Jimeno,para quien el "verdadero artífice de la restauración" del títulode Príncipe de Viana fue Juan de Borbón y Battemberg, abuelode don Felipe, que por aquellos años "había revitalizado lostítulos catalanes desde una apuesta personal por acercar la CasaReal al antiguo Principado". "Invocó el título vianés en la ceremoniade entrega de la Medalla de Oro de Navarra a su persona, el 18de enero de 1993. Estaba por entonces ingresado en la ClínicaUniversitaria de Navarra, donde fallecería el 1 de abril de aquelaño, y no podía pronunciar el discurso de agradecimiento debidoal cáncer de laringe que padecía, por lo que fue su nieto Felipequien lo hizo en su nombre: La dificultad de expresión me impidedirigirme a vosotros y he pedido por eso a mi querido nieto,el Príncipe de Asturias y de Viana, que actué como mi portavoz",proclamó Juan de Borbón por boca de don Felipe.
En el mismo acto, el presidente del Gobierno, Juan Cruz Alli,subrayó la presencia de Felipe de Borbón en el palacio de Navarra,en lo que suponía "el alto significado de asumir, como Príncipede Viana, la historia de este viejo Reyno". "Fue una operaciónde marketing perfecta, una ocurrencia que a diferencia de larevitalización de los títulos catalanes, nadie discutió", afirmaJimeno, quien añade que al año siguiente el Gobierno foral "difundióinstitucionalmente el título dúplice, y los medios de comunicaciónlo trasladaron a la sociedad, sin que nadie se plantease el cambio".
Fernando Hualde, historiador y colaborador de DIARIO DE NOTICIAS,advierte al igual que Jimeno de que "la primera pregunta quehay que hacerse es si la adjudicación del título a Felipe escorrecta. El título de Príncipe de Viana lo otorgó Carlos IIIa su nieto en 1423, determinando que su sucesor será el que ostentasedicho título. Con posterioridad se produjo la conquista de Navarray se decretó que el Príncipe de Viana pasase a ser del Rey deAragón, posteriormente el Rey de Castilla y el Rey de España.Por eso primero deberíamos analizar si esa línea de sucesiónes correcta".
Hualde también destaca que antes de que el título se atribuyesea don Felipe, "los Borbones no hicieron uso de él. Ni AlfonsoXII, ni Alfonso XIII lo invocaron. Fue a raíz de la democraciacuando se buscó un paralelismo con el Principado de Asturiasen el Principado de Viana". No obstante, "puestos a aceptar queel rey de España es el rey de Navarra, y que su hijo es el Príncipede Viana, sería posible que Leonor, desde la tradición legalde Navarra que sí aceptaba reinas, fuese Princesa de Viana ".
Por su parte, el historiador Joseba Asirón, asegura que "desdeun punto de vista histórico, estamos hablando de la prolongaciónde una institución caduca y antidemocrática". En cualquier caso,el título de Príncipe de Viana "fue instituido por Carlos IIIpara el heredero de la Corona de Navarra, no para la Corona deEspaña. Por eso, este título no tiene sentido".