san sebastián - Dos semanas después de que el Congreso de los Diputados español cerrara sus puertas a escuchar testimonios de víctimas de diversas violencias, la Asamblea Nacional francesa acogerá el jueves un encuentro de personalidades internacionales que conversarán sobre cómo abordar los distintos aspectos que cuelgan del final de ETA y alumbrarán el Manifeste pour la paix au Pays Basque (Manifiesto por la Paz en el País Vasco).

Poco después del mediodía, el presidente de la Corte de Apelación de Versalles, Serge Portelli, leerá esta declaración que interpelará a ETA y a ambos Estados. Según el borrador al que ha tenido acceso este diario, los firmantes reclamarán que los tres agentes principales implicados tomen las medidas necesarias para un desarme definitivo y ordenado de la organización clandestina, el final de la dispersión de los presos, la puesta en libertad de reos enfermos y, en definitiva, el impulso “real” del proceso de paz y convivencia.

Antes de ese cierre de la jornada, que no cuenta con el respaldo del Gobierno francés pero tampoco con su oposición, la sala Víctor Hugo de la Asamblea Nacional será testigo de las distintas presentaciones y debates que realizarán personalidades como el exministro de Interior y Defensa galo Pierre Joxe (firmante de la Declaración de Aiete), víctimas de distintas violencias como la de ETA (Robert Manrique) y la de los GAL (Axun Lasa), el expreso Gabi Mouesca y miembros del Grupo Internacional de Contacto como Brian Currin.

En la apertura de la denominada Conferencia Humanitaria por la Paz en el País Vasco que organiza Bake Bidea -impulsora junto a la extinta Lokarri del Foro Social por la Paz y la Convivencia-, intervendrán tres dirigentes de Iparralde. Serán el senador y presidente del Consejo Departamental de los Pirineos Atlánticos, Jean Jacques Lasserre (MoDem, centrista); el vicepresidente del mismo órgano y secretario general de la UMP en la zona, Max Brisson; y la senadora -y exportavoz socialista- Frédérique Espagnac.

Los tres son firmantes, junto a otros representantes políticos de Iparralde, de la Declaración de Baiona que se publicó en octubre de 2014. En ella, electos de todos los partidos, desde la homóloga al PP en Francia (UMP) al Partido Socialista en el Gobierno, reclamaron al presidente de la República, François Hollande, participar “en un diálogo con ETA” para abordar cuestiones como la de los presos y el desarme, tal y como reclamó el Grupo Internacional de Contacto que lidera el abogado sudafricano Brian Currin un día antes en San Sebastián.

Los políticos de Iparralde, que ya apoyaron de igual grado la Conferencia de Aiete de 2011, abogaron en su declaración por un “acuerdo entre el Gobierno y ETA, bajo control internacional, para definir y poner en práctica las condiciones y los procedimientos de desarme y desmantelamiento de las infraestructuras de ETA en Francia”, así como adecuar la legislación para facilitar este proceso, y abordar el futuro de los presos y de los huidos.

A diferencia de Hegoalde y sobre todo del conjunto del Estado español, la clase política de Iparralde, que ha sufrido en menor medida el conflicto armado, ha dado más pasos para tratar de cerrar la etapa violenta.

En esta línea, trata ahora de abrir el debate sobre el final de ETA en la opinión pública francesa e implicar a la cúpula del Estado en el final ordenado de una ETA ante la que el Gobierno español no va a mover ficha ni para acordar las cuestiones técnicas del desarme.

La iniciativa de los dirigentes de Iparralde adquiere mayor valor habida cuenta de que los servicios de inteligencia sitúan en suelo del Estado francés gran parte de los arsenales de ETA -sin ir más lejos, el zulo descubierto la semana pasada en Biarritz- y de que las fuerzas antiterroristas de los países europeos tratan de reorientar sus esfuerzos a nuevas amenazas como los terroristas de corte islamista, que actuaron en enero contra la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo en París.

Unanimidad política En los últimos años, han sido varios los catalizadores que han provocado la unión de representantes de distinto signo político. Esa coincidencia se ha basado en unos mínimos compartidos desde los valores republicanos, interpretados estos desde las raíces democráticas.

Así, la detención de la exportavoz de Batasuna en Iparralde, Aurore Martin, por una euroorden de arresto de España, tuvo una respuesta política rotunda al otro lado del Bidasoa. El partido de la izquierda abertzale, ilegalizado en el Estado español, fue una organización legal hasta el final de sus días, los previos a constituirse Sortu.

Así, y como ejemplo del sentir unánime de la clase política de Iparralde, la diputada socialista Colette Capdevielle publicó en noviembre de 2012 en su blog la entrada Aurore Martin o los límites de la euroorden de arresto.

En ella contrapuso la situación en ambos Estados: “En Francia no solo defendemos la libertad de expresión, sino que la protegemos con textos escritos que no son recientes y que permiten a cualquiera, dentro de un marco legal, formular su pensamiento. Las ideas se defienden y se combaten en las urnas. En España, esta libertad está muy controlada puesto que hay partidos políticos ilegalizados, con todas las consecuencias que conlleva. En España, la lucha contra el terrorismo es la prioridad de las prioridades, sin tener en cuenta el coste en el ámbito de las libertades fundamentales”.

Dimensión internacional La cita del jueves, impulsada por Patrocinan el acto la Ligue des Droits de l’Homme, el GIC, Bake Bidea, Berghof Foundation, Conciliation Resources y el Foro Social, supone un espaldarazo a la proyección internacional del proceso del final de ETA, que podría dar a conocer un comunicado tras la cita.

Después de que en octubre de 2013 -dos años después de Aiete-, una veintena de mandatarios latinoamericanos participaran en el Encuentro Continental por la Paz de México DF, las iniciativas para reclamar un final ordenado de la organización armada impulsadas por el Grupo Internacional de Contacto han recorrido países como Uruguay o Argentina, con un acto en el Congreso Nacional.

Hasta la fecha, la influencia de estas declaraciones en el Gobierno español ha sido nula, puesto que mantiene su discurso de que debe ser ETA la que se desarme o, de lo contrario, serán la Policía y la Guardia Civil quienes la desmantelen. Un escenario de inmovilismo casi desde Aiete que, sin tener en cuenta la declaración de París, no parece que vaya a cambiar con unas elecciones generales en el Estado español a la vuelta de la esquina. Ante ellas, ni el PP va a modificar su política en las cuestiones relacionadas con ETA ni se esperan pasos significativos de la organización armada ante un escenario político que puede cambiar tras la cita con las urnas, prevista en principio para noviembre.

9.15 horas. Bienvenida: intervendrán el presidente honorífico de la Academia de Medicina y de Cruz Roja francesa, Marc Gentilini, y la presidenta de Bake Bidea, Anaitz Funosas.

9.30 horas. Apertura a cargo del exministro francés de Interior y de Defensa, y firmante de Aiete Pierre Joxe, y políticos de Iparralde como Jean-Jacques Lasserre (MoDem), Max Brisson (UMP) y Frédérique Espagnac (PS).

10.15 horas. Reconciliación y convivencia. A cargo de Pierre Hazan (miembro del Grupo Internacional de Contacto) y del director del instituto INCORE, Brandon Hamber.

11.00 horas. El papel de los presos en un proceso de paz. A cargo de Raymond Kendall (exsecretario general de Interpol y miembro del GIC), el miembro de la Ejecutiva del Sinn Féin Gerry Kelly, el expreso Gabi Mouesca y el abogado sudafricano e impulsor del Grupo Internacional de Contacto, Brian Currin.

12.00 horas. Síntesis y conclusión. A cargo del presidente de honor de la Liga de los Derechos Humanos, Michel Tubiana; y la lectura del Manifiesto por la paz en el País Vasco, en voz del magistrado Serge Portelli, presidente de la Corte de Apelación de Versalles.