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“Madrid no puede negar la vía catalana por rebasar la ley, y la nuestra porque no la quieren; si desprecian la vía legal, nos animan a saltarnos la ley”

El PNV celebra hoy su Alderdi Eguna con Catalunya en plena ebullición. Ortuzar desvela contactos, incluso con Rajoy, para pedir diálogo. Para Euskadi, defiende la vía vasca

“Madrid no puede negar la vía catalana por rebasar la ley, y la nuestra porque no la quieren; si desprecian la vía legal, nos animan a saltarnos la ley”

pamplona - El presidente del EBB analiza el proceso catalán en puertas del referéndum de independencia del 1 de octubre, y desgrana también las implicaciones del modelo confederal para Euskadi que planteó el lehendakari en el pleno del jueves.

El lema del Alderdi Eguna es una declaración de intenciones a favor de la vía vasca. ¿El proceso soberanista catalán no va a tener ninguna incidencia ni consecuencia en Euskadi?

-Nosotros seguimos con mucha atención, mucho respeto y simpatía lo que está sucediendo en Catalunya, pero sería un disparate y un error que copiáramos miméticamente una situación cuando el punto de partida no tiene nada que ver. Nosotros tuvimos una vía de acceso al autogobierno que entroncaba con nuestros derechos históricos, y ellos hicieron un autogobierno de nueva planta en torno a la Generalitat de 1936, y eso ha seguido un camino en paralelo muy diferente. Lo que se está demostrando es que no hay uniformidad en el Estado español. No puede haber un Estado uniforme ni soluciones uniformes. Ese fue el error del 78 con el café para todos. No vamos a tomar cava cuando necesitamos txakoli. Si no, probablemente gran parte de nuestras reivindicaciones quedarían un poco en entredicho en la medida en que, lo que vale para Catalunya, si miméticamente se puede traer para Euskadi, es que somos lo mismo. Y no somos lo mismo. A partir de ahí, que les vaya bien. Queremos que lo de Catalunya salga bien, porque va a ser bueno para la democracia y para abrir las mentes del Estado español, que cada vez tiene menos argumentos para oponerse a lo que reclamamos vascos y catalanes.

¿A qué se refiere cuando espera que lo de Catalunya salga bien? ¿El problema no se puede solucionar si no es con el referéndum de independencia?

-Tiene que salir conforme a lo que quieran los catalanes. Que la solución responda a la voluntad democrática y libremente expresada del pueblo catalán. Eso sí que nos puede unir a ambos: el método de resolución de este tema, la decisión libre de cada una de nuestras sociedades.

En Euskadi, ¿es realista insistir en el pacto con el Estado cuando Rajoy está tumbando todas las propuestas que le llegan desde Catalunya?

-Ya, pero, ¿cuál es la otra alternativa? La no política, la confrontación. El Estado no puede negar la vía catalana por rebasar la legalidad, y la nuestra simplemente porque no la quieren. Si van a despreciar la vía legal, ellos mismos nos están animando a que nos saltemos la ley. Hay un problema no resuelto entre las comunidades vascas, las comunidades catalanas y el poder central. No se ha querido abordar ese encaje. Nosotros hemos ido avanzando paso a paso, de ahí el lema pausoz pauso para este Alderdi Eguna. Hemos ido recuperando trozos de soberanía. El propio Estatuto dice: la aceptación del presente Estatuto no supone renuncia a los derechos que el pueblo vasco tenga en virtud de su historia y que podrán ser actualizados. La solución no era el Estatuto, pero era ir un paso más en el camino.

¿Qué es lo que implica el modelo de soberanía compartida y confederal? ¿Euskadi sería un Estado?

-Sí, la confederación es entre iguales que se juntan y comparten cosas, tienen leyes comunes, representaciones comunes y acervos compartidos. Decía Joseba Egibar que es el modelo europeo, y hay otros, como lo fue Suiza, la confederación helvética que ahora ya tiene un funcionamiento federal pero porque lo han asumido las partes. El modelo confederal es una solución respetuosa con el concepto nacional vasco porque sería el reconocimiento de que existe una nación vasca, y es respetuoso con el método democrático, porque sería desde la decisión libre del pueblo vasco, el español, el catalán y el gallego. Bélgica, en cierta medida, está funcionando hoy así entre Valonia, Flandes y la ciudad de Bruselas.

¿Qué implica?

-Creemos que es una alternativa que, desde el punto de vista vasco, mantiene nuestra soberanía, nos reconoce y podemos ejercer la capacidad de decisión, y nos permite sumarnos a un marco más amplio que es el europeo. Pero, desde el punto de vista del Estado español, mantiene la conformación de Estado hacia afuera, y no se niega ninguna nacionalidad. Desde el punto de vista del Estado español, también es una solución impecable.

¿Es compatible que el lehendakari asegurase que el referéndum catalán no tiene las garantías debidas, y que el PNV enviara una representación tan amplia a la manifestación de Gure Esku Dago?

-Claro. ¿Por qué el referéndum no tiene garantías legales? Porque se las ha cargado Madrid, no por culpa de los catalanes. El lehendakari no estaba criticando a los catalanes. Estaba poniendo de manifiesto una realidad objetiva. Lo que pasa es que hay bastante piratería política. Los bucaneros de un lado y de otro le han estado disparando al lehendakari: los españoles, para decir que está reconociendo que no tiene garantías y que es muy majo; y la izquierda abertzale, para decir que está traicionando a Catalunya.

¿Y qué debería ocurrir el día 2?

-Primero hay que evaluar lo que ha pasado el día 1 pero creo que, desde el ámbito catalán, habría que tener la suficiente capacidad para subir la cabeza y volver a enfocar la cuestión, y buscar un camino que compatibilice el deseo de esa gran mayoría movilizada que quiere avanzar, con el contexto global en el que está ubicada esa cuestión. Pero, sobre todo, quien tiene que hacer una ciaboga tremenda es el Gobierno de Rajoy.

¿Sería legítima una declaración unilateral de independencia?

-A estas alturas, cada uno mide la legitimidad en función de su forma de ver las cosas. El asunto es: ¿Nos acercaría más o menos a la solución del problema? Eso es lo que tienen que decidir los catalanes. Les corresponde a ellos decidirlo, pero tienen que pensar si eso acerca o complica más las soluciones, qué va a haber el día siguiente, qué posicionamientos van a conseguir del ámbito internacional, dónde se va a ubicar este tema en las instituciones europeas, cuál puede ser la reacción del Estado español...

Aunque el PNV no vaya a romper puentes con Rajoy, ¿va a evitar fotografiarse con él en votaciones del Congreso?

-No caigamos en las trampas maniqueas de una oposición en España que es de pandereta. No nos engañemos. ¿Alguien piensa que un gobierno de otro estilo, comandado por el PSOE, per se va a arreglar esto? Porque aquí hay gente que está utilizando el tema catalán para cargarse al gobierno de Rajoy. Me parece legítimo, no tenemos ningún pacto de legislatura con él, pero que nadie nos haga comulgar con ruedas de molino, porque ni siquiera un gobierno de Podemos iba a solucionar esto. Esto no lo soluciona un gobierno, sino un parlamento que coja el toro por los cuernos. En el modelo de Estado, PP y PSOE tienen muy pocas diferencias, y Podemos, cuando le escarbas, tampoco. No pongamos en el PNV la carga. Además, las tres últimas derrotas de Rajoy las hemos propiciado nosotros. Lo único que pasaría con todo esto es unas elecciones, que es lo que quieren algunos, pero no sería la solución al problema vasco o catalán. Dilataría los plazos.

La próxima semana se presentan los Presupuestos estatales. ¿El PNV va a negociarlos?

-Hasta para el propio Gobierno español, estamos en una situación de emergencia por el tema catalán. La clave es cómo se solventa. En función de eso, vendrán el resto de las cosas. El PP puede estar pensando más en unas elecciones anticipadas que otra cosa. Los Presupuestos son algo circunstancial para ellos. Lo que pasa es que la obligación legal de presentarlos la tienen que cumplir, pero no nos han dicho ni mú.