pamplona - Después de que Bélgica afeara el proceder de la Justicia española al rechazar la entrega de los exconsellers por un defecto de forma en la euroorden, el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, se adelantó a la postura que pueda adoptar Alemania en forma de efecto dominó sobre la extradición de Carles Puigdemont, informando al país germano que para “evitar un error de interpretación” tenga en cuenta que en el auto de procesamiento sobre la causa de rebelión ya se recogía la orden de detención e ingreso en prisión respecto de los huidos. El magistrado remitió este escrito a la Fiscalía alemana después de tener conocimiento de que la Justicia belga se había negado a devolver al España a Toni Comín, Lluis Puig y Meritxell Serret por un error de forma, al emitir la euroorden sin existir una orden nacional de detención, extremo que para Bélgica no se daba.

El instructor del Supremo considera que se trata de un error de interpretación y por eso puso en conocimiento de lo sucedido a la Justicia alemana antes de que resuelva sobre la entrega de Puigdemont y evitar que ocurra lo mismo. En el escrito el juez explica que el auto de procesamiento contra el exJefe del Govern que sustenta la Orden Europea de Detención (OED) librada el pasado 23 de marzo “es equiparable a una orden de detención y por tanto cumple los requisitos de la decisión Marco relativa a la orden de detención europea”.

En esta carta dirigida a la fiscal jefe del tribunal alemán que debe resolver la entrega de Puigdemont, Llarena desgrana que un tribunal de Bruselas denegó la entrega de otros investigados en este mismo procedimiento, basándose en que la OED no mencionaba ninguna orden de detención nacional previa a su emisión y que no consideran que el auto de procesamiento que contempla nuestro ordenamiento jurídico fuera equiparable a esa orden de detención, pese a que el TS le informó de lo contrario. Llarena estima “contrario al principio de confianza recíproca” que se valore la naturaleza jurídica de resoluciones previstas en el ordenamiento jurídico español, discrepando de la que el Supremo ha informado que tienen.

El juez del Supremo, en aras de “ evitar alegatos de parte que puedan conducir al mismo error”, notifica a Alemania de que el auto de procesamiento se incluiría como una de las resoluciones judiciales previstas en el artículo 8.1 de la Decisión Marco del Consejo, según el cual, la información que debe contener una OED es “ la indicación de la existencia de una sentencia firme, de una orden de detención o de cualquier otra resolución judicial ejecutiva que tenga la misma fuerza prevista en el ámbito de aplicación de los artículos 1 y 2”. El instructor recuerda que el auto de procesamiento que sustenta la OED recogía los hechos y responsabilidades atribuidos a Puigdemont, una vez terminada la fase de investigación y se acordaba la medida cautelar de prisión que había sido adoptada al inicio de la misma.

A partir de entonces, en España, añade Llarena, “dicha resolución es la resolución ejecutiva respecto de la prisión provisional de Puigdemont”. En virtud de esa resolución, sería inmediatamente detenido e ingresado en prisión si fuera encontrado en España o se procediera a su entrega.

En este contexto, la Fiscalía española solicitó al juez del Supremo que remita de nuevo las órdenes europeas de detención contra los exconsellers que se encuentran en Bélgica dado el “error formal” que alega la Justicia de aquel país para denegar su entrega. El Ministerio Público apoya la postura de Llarena y considera que ya estaban acordadas las órdenes nacionales de detención contra ellos, pero para lograr que sean entregados pide al instructor que dicte auto de mantenimiento y ratificación de la prisión provisional incondicional acordada con anterioridad respecto a los mismos y que emita orden europea de detención y entrega.

puigdemont pasa al ataque Pese a ello, el abogado de Puigdemont, Wolfgang Schomburg, presentó un recurso ante la Audiencia Territorial de Schleswig Holstein que pide revocar la orden de detención. El letrado adjuntó al escrito una copia de la decisión de la Justicia belga sobre los exconsellers. Aunque las euroórdenes se activaron a la vez y Puigdemont fue detenido un día antes de que estos se pusieran a disposición de las autoridades belgas, en Alemania el proceso sigue su curso y solo se descartó el delito de rebelión, aunque la justicia española ha enviado información, todavía hasta esta semana, para acreditarlo, por lo que aún no habían alegado ese defecto formal ante el tribunal de Schleswig-Holstein, explicaba.

El TS difundió el viernes un nuevo auto en el que enviaba nuevos datos a la Fiscalía superior de Schleswig-Holstein e incluso vídeos para acreditar el carácter violento del 1-O. La fiscalía alemana deberá pronunciarse antes de que la audiencia empiece a estudiar el nuevo recurso de la defensa de Puigdemont. En todo este tiempo no se han querido fijar plazos ya que el TS insistía en la rebelión y seguía enviando documentación para acreditarla, aunque abrió la puerta a la sedición si decaía la rebelión. La decisión de la Fiscalía probablemente no se producirá antes de la próxima semana.

La Fiscalía alemana no quiso comentar la decisión belga, aunque recordó que también Alemania analiza si se dan las “condiciones formales” para una extradición del expresident. “No comento las decisiones desde Bruselas. Naturalmente, las conocemos”, indicó su portavoz, Wiebke Hoffelner.