pamplona - La trayectoria del coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí se ha visto envuelta por la polémica desde hace veinte años. El exjefe de la UCO fue condenado el 7 de noviembre de 1997 por la Audiencia de Vizcaya a cuatro años de prisión y seis de inhabilitación por torturar al miembro de ETA Kepa Urra en un descampado, antes de trasladarle detenido al cuartel de La Salve, en Bilbao. La minuciosa descripción de sus lesiones ocupaba dos folios de la sentencia.

El Supremo redujo posteriormente la condena a un año de prisión aunque mantuvo la inhabilitación por seis años, lo que supondría la expulsión del cuerpo. Sin embargo, en 1999, el Consejo de Ministros del primer Gobierno de José María Aznar, con Margarita Mariscal de Gante como ministra de Justicia, decidió su indulto y el de los otros dos agentes que fueron condenados con Sánchez Corbí que le permitió continuar en la Guardia Civil.

Sin embargo, la condena por torturas no impidió su ascenso. Tras la caída de ETA, se incorporó a la UCO en 2013 y dirigió la investigación de la financiación irregular del PP, incluido los papeles de Bárcenas. .

El hasta ahora coronel de la Unidad Central Operativa ha concedido controvertidas entrevistas. El una concedida a la revista Interviú en enero de 2018 amenazaba a la población catalana: “Todos los que en Catalunya escracharon, tiraron piedras, sillas... están siendo llamados por la justicia” y advertía de que gracias a los vídeos publicados en las redes sociales la Guardia Civil puede ir “puerta por puerta”. ‘Buenos días, ¿usted es el del vídeo en el que tira piedras al guardia civil?’. ‘Hombre, es que yo...’ ‘Venga pacá’. La gente se lo pensará”.

Un mes después, en declaraciones al diario La Vanguardia afirmó que el PNV y la iglesia vasca formaban parte del “bando de los malos” en la lucha contra ETA. El PNV que exigió que le reprobase por sus “graves e infundadas” afirmaciones. - D.N.