pamplona - Javier Esparza, candidato del frente de derechas compuesto por UPN, PP y Ciudadanos, confió ayer en que el PSN será fiel a su trayectoria más reciente y, de una manera o de otra, le terminará haciendo presidente del Gobierno de Navarra. Es la esperanza a la que se agarró ayer el líder de Navarra Suma durante el mitin central de la campaña, que estuvo dominado de principio a fin por un llamamiento continuo al PSN. Esparza ensalzó todos los momentos vividos juntos cuando dijo que durante décadas UPN y PSN dieron a Navarra las mayores cotas de prosperidad y “justicia social”, dando a entender que el “gobierno progresista” al que apela Chivite encajaría perfectamente en la agenda de Navarra Suma. Pero todo lo hizo con ese tono un poquito de desdén, ese tono del que sabe que al final el PSN cederá y les dará los votos. “La realidad es tozuda”, dice Esparza, con media sonrisa de satisfacción, consciente de qué ha pasado todas las anteriores veces. “Chivite quiere liderar, es legítimo, pero a veces las aspiraciones se dan de bruces con la realidad”, añadió. “Si Pedro Sánchez puede gobernar con el 28%, Esparza con el 35% con más motivo. Los socialistas navarros sabrán si quieren respetar la voluntad mayoritaria de Navarra”, redondeó. Y si por si acaso no funciona la fórmula esta vez, Esparza volvió a preguntar a Pedro Sánchez si permitirá al PSN gobernar con “Geroa Bai y EH Bildu”, esos partidos que “le han estado toda la legislatura despreciando”. Lo que sí dejó claro es que eso de hacer a Chivite presidenta, nada. Por si había alguna duda de quién manda. “Que no espere a Navarra Suma ahí. No vamos a aceptar el chantaje de ninguna fuerza, ni de nadie. No vamos a abstenernos, no, ni vamos a votar a favor de una presidenta socialista”, zanjó.

dos modelos En realidad, es todo lo que le queda a Esparza, que no será presidente de otra forma. Eso explica que su discurso arrancase diciendo que “esto no va de derechas o de izquierdas”, fórmula que no deja de tener su gracia teniendo en cuenta que Navarra Suma es una coalición de UPN, PP y Ciudadanos. El eje es otro, y tiene razón: régimen o fuera del régimen. “Hay dos modelos en Navarra, y la realidad es tozuda: el que hemos forjado con acuerdos entre UPN, CDN, PP y PSN, o el de la coordinadora del no”. Lo que pasa, dijo, es que el PSN ya no está en el “bloque constitucionalista”. Y eso que Esparza se esforzó mucho en recordar todo lo que UPN y PSN han hecho juntos. “No tiene perdón que Sánchez nos pida justicia social. Debe ser que desconoce las políticas que hemos hecho durante muchos años de la mano de su partido”, subrayó. “¿El pleno empleo es justicia social? ¿Coger el agua del norte y llevarla al sur? ¿No es un gran ejercicio de solidaridad pactar un plan de empleo con UGT, CCOO y la CEN para formar a trabajadores? ¿Cómo le llama a eso Sánchez?”, ironizó, Esparza. “Te habrán dicho que somos el demonio con cuernos, pero junto al PSN hemos construido y defendido una Navarra en libertad”, recordó.

Con todo, Esparza dijo que Navarra Suma seguirá haciendo esas políticas “con o sin el PSN”, y que van a asumir el mandato de la sociedad de gobernar. ¿Significa eso que Esparza se presentará a la investidura con 18 escaños, y a ver qué hace el PSN? No se sabe, pero dejó una reflexión curiosa: “Si Pedro Sánchez está legitimado para gobernar con el 28%, Esparza con el 35% con más motivo. Y los socialistas sabrán si quieren respetar la voluntad mayoritaria, ellos sabrán”. Por de pronto, ayer volvió a pedir el voto “de los socialistas que no quieren pactar con el nacionalismo” para concentrar todo el voto “centrado y moderado” en su sigla. “Estoy preparado, quiero ser y seré presidente”, concluyó.