- El pasado 9 de septiembre se desató un inmenso incendio en el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos. Era el mayor de Europa y alojaba a unas 13.000 personas, a pesar de tener capacidad solo para 4.000. El incendio, posiblemente provocado, ha creado una situación de emergencia humanitaria, con miles de personas sin techo, comida ni agua. “Llevamos diciéndolo mucho tiempo: necesitamos una política migratoria y de asilo común basada en la responsabilidad compartida, la solidaridad y el respeto de los derechos humanos. Esto no es negociable”, reclama la eurodiputada navarra, Idoia Villanueva, que junto con otros representantes de la Eurocámara ha visitado este fin de semana la isla de Lesbos.

Durante los últimos días se han sucedido las peticiones para evacuar a las personas, pero el Gobierno griego ha prohibido que dejen la isla apelando a razones sanitarias. Hay especial preocupación por los niños (un tercio de los 13.000 son menores). El Gobierno de Navarra, a través de la consejería de Políticas Migratorias y Justicia, se ha ofrecido al Gobierno de España para acoger a personas refugiadas. “Una cosa está clara, y es que la gestión de los flujos de personas migrantes y refugiadas que llegan a las costas europeas no puede ser tarea única de los países receptores”, defiende Villanueva.

En ese sentido, la eurodiputada navarra reclama a las instituciones europeas un mayor compromiso humanitario con las personas refugiadas, y que vaya más allá de la decisión de establecer un sistema de gobernanza europeo. “Tememos que la propuesta se quede corta en cuanto al alcance de la protección de las personas migrantes y de sus derechos, o que no logre evitar que haya una sola muerte en el Mediterráneo. La propuesta debe asegurar las operaciones de rescate en alta mar, el fin de las devoluciones ilegales y garantizar vías legales y seguras. Si no logra estos objetivos fundamentales, consideraremos que la propuesta ha fracasado”, defiende Villanueva.

A su juicio, “la verdadera raíz del problema”, no es otra que las causas que obligan a estas personas a migrar. “El verdadero problema es la pobreza y los conflictos que tienen lugar en los países de nuestra vecindad. Por ello no podemos entender una política migratoria y de asilo europea sin un acompañamiento de una política exterior diferente, en la que las personas y sus derechos no sean nunca moneda de cambio de ningún gobierno para obtener concesiones; en la que diplomacia y el diálogo sean la vía para resolver los conflictos, y en la que la construcción de paz y la protección de los derechos humanos sean considerados de verdad un interés estratégico”, apunta Villanueva, que critica el acuerdo alcanzado entre la UE y Turquía porque “no solo no garantiza el respeto, la protección de los derechos consagrados en los instrumentos jurídicos europeos e internacionales, sino que le ha dado una excusa para chantajear a la UE en los últimos 5 años”.

“Hace falta una política migratoria basada en la solidaridad y el respeto a los derechos humanos”

Eurodiputada