- Sara Buesa, hija del dirigente socialista asesinado por ETA Fernando Buesa, emplazó ayer a hacer frente a los discursos que justifican el uso de la violencia y a no permitir los homenajes a personas que han cometido crímenes porque la "auténtica tolerancia no es permitir todo tipo de comportamientos". La vicepresidenta de la Fundación Fernando Buesa hizo estas afirmaciones en el acto celebrado en Vitoria con motivo del vigésimo primer aniversario del asesinato de este dirigente socialista y de su escolta, el ertzaina Jorge Díez, que se cumple hoy.

Buesa aseguró que es el "momento de repensar la comunidad vasca" que se quiere construir y en este sentido confrontó el sentimiento de "comunidad" con el "tribu". Añadió que cuando una comunidad en vez de basarse en el componente afectivo se construye sobre una identidad o cultura determinada deja de ser comunidad para pasar a ser tribu y afirmó que la CAV "tiene buena experiencia de esto".

"El proyecto político que ETA trató de imponer mediante la violencia terrorista era un proyecto sectario, basado en una visión idílica de una sociedad vasca homogénea. De una comunidad pura, donde las diferencias de identidad eran muros defensivos que excluían lo que no formaba parte de ella", recordó.

Buesa indicó que tras décadas de terrorismo, la CAV debe repensar la comunidad que quiere construir y opinó que en ese proceso de reconstrucción es necesario reparar el daño causado y desterrar los "vestigios de un comportamiento de tribu que continúan condicionando" la convivencia en la CAV.

"Podemos reconocer la identidad y la cultura vascas, y al mismo tiempo preservar los derechos humanos y de ciudadanía, si formulamos proyectos políticos incluyentes, que respeten la diversidad de nuestra sociedad", subrayó, al tiempo que abogó por construir una comunidad "inclusiva" donde exista un "verdadero diálogo entre diferentes" .

Buesa matizó que respetar la diversas y defender la dignidad y la igualdad de derechos de toda la ciudadanía exige "adoptar compromisos éticos y no meramente estéticos" y "desterrar los vestigios de un comportamiento de tribu" que continúan condicionando la convivencia en la CAV. Así, dijo que es necesario posicionarse "claramente contra todas las vulneraciones de derechos", "no permitir que se homenajee o ensalce a personas que han cometido crímenes" y "hacer frente a los discursos que justifican el uso de la violencia".