Además de técnico gestor de la Hacienda Foral durante 35 años, Javier Onieva ha sido consejero de la Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN) desde 2018 hasta este verano. La última reunión a la que asistió fue la del 17 de junio. Allí, presentes todos los consejeros y también la titular de Hacienda, Elma Saiz, se habló de la venta del Circuito de Los Arcos. Dejó clara su opinión. No le hicieron ni caso. Ahora se consuma el que, a su juicio, es el “mayor fraude con dinero público de la historia de Navarra desde Urralburu”. El acta de aquella reunión, por cierto, todavía no se ha publicado.

¿Qué le parece la venta? 

–El 17 de junio hice constar mi opinión en el consejo de CPEN. Estaba Elma Saiz. Yo dije que por menos de 50 millones ese circuito no se podía vender. Los directivos me dijeron que eso era imposible, que no era precio de mercado.

Se ha vendido por 7... 

–Es la culminación al mayor fraude que se ha hecho con dinero público navarro desde los tiempos del desfalco de Urralburu. Lo repasas y no ha habido uno mayor, porque son 70 millones que se han tirado a la basura. Los siete millones son para liquidar la deuda que queda, que se terminaba el año que viene, así que lo comido por lo servido.

¿Qué balance hace de todo este proyecto?

–Es el ejemplo de gestión desastrosa del dinero público. A UPN no le importó usarlo para beneficiar a una empresa privada. Pero la gestión del circuito que se hizo después de 2011 tampoco ha sido productiva. 

¿Habría que haberlo vendido entonces?

–Se podría haber pensado en una venta ya entonces, sí. Pero es algo que yo he denunciado muchas veces: en las empresas públicas navarras siguen al frente los mismos que en 2007 pusieron en marcha estos proyectos. Así es difícil arreglar nada, y este es el ejemplo más claro. Hay directivos que participaron en el pelotazo que después han asumido desde las instituciones la gestión de esos pelotazos. La conclusión es esta, que se termina regalando el circuito. 

Comenta que el año que viene se terminaba de pagar el préstamo. ¿Es todavía más ruinosa la operación? 

–El préstamo de 35 millones se terminaba de pagar el año que viene. Eso significa que tú dejas de generar deuda y el circuito hubiese pasado a ser patrimonio de Navarra. Vale, lo puedes tener cerrado y eso generará unos costes de mantenimiento, de tanto al año. Pero no son nada comparados con lo que pagamos por peajes en la sombra, por ejemplo. A lo que voy es que había que darle una solución a un patrimonio como este, que de alguna manera deje réditos en la zona. Por cierto, que yo tengo estudios que acreditan que el 70% de toda la economía derivada del circuito ha beneficiado a La Rioja. Los empresarios allí estaban encantados, claro.

Con todo esto, ¿se explica la venta?

–Siempre, lo que se decía es que teníamos una ruina y que había que quitársela de encima. Pero quitártela de encima por ese precio y cuando ya acabábamos de pagar el préstamo... 

¿Cuál es el futuro del circuito? 

–La empresa británica hará lo que quiera. Igual hay que darle un voto de confianza, porque tienen seis circuitos en Reino Unido y uno cerca de París, que parece que lo quieren usar para carreras de coches eléctricos. No sé, igual el circuito de Los Arcos lo quieren utilizar para algo parecido. Son puras suposiciones. Pero si ha sido una operación simplemente especulativa, habrá que ver a quién se lo vende.