Tirón de orejas de la Cámara de Comptos al Gobierno de Navarra por la gestión de los fondos europeos. El órgano fiscalizador reprocha al Ejecutivo foral la ausencia de una “planificación global” de las ayudas a la recuperación económica. Critica además que sea el Departamento de Hacienda, a través de Intervención, quien coordine y la mismo tiempo audite el bueno uso de los recursos públicos financiados mediante el programa Next Generation.

El informe ha sido elaborado a instancias del Tribunal de Cuentas, que ha pedido a los organismos autonómicos un primer análisis de cómo se están llevando a cabo las ayudas en europeas en todo el Estado. Se trata de un paquete de 70.000 millones en total que deberán ejecutarse entre 2020 y 2026. El plan aprobado tiene cuatro ejes transversales: transición ecológica, transformación digital, cohesión territorial y social e igualdad de género.

Una parte de esas ayudas se han derivado a las comunidades autónomas. En el caso de Navarra, se han asignado 479 millones de los fondos Next Generation, de los que 364 ya han sido concedidos. Hasta el 31 de diciembre de 2022, Navarra había gastado 57 millones de esos fondos. La mayor parte de los proyectos está todavía en trámite administrativo, por lo que está previsto que se a partir de ahora cuando se acelere su ejecución.

No obstante, Comptos ha encontrado varias deficiencias en el sistema elaborado por el Gobierno de Navarra para la gestión de los fondos. De entrada, constata que “no consta una planificación estratégica global de las inversiones asignadas a Navarra”. “Dicha planificación debería haber analizado los recursos disponibles, las necesidades y las actuaciones para cumplir los objetivos previstos", reclama el órgano fiscalizador.

Comptos insta al Gobierno a segregar las funciones de coordinación y control de los fondos europeos

La segunda crítica va dirigida al Departamento de Hacienda, que con motivo de la llegada de los fondos creó una oficina específica bajo la supervisión de la consejera, Elma Saiz (PSN). Se trata de un ente paralelo al que hasta entonces existía en la dirección de Política Exterior del Departamento de Relaciones Ciudadanas (Geroa Bai). Esta oficina fue suprimida en 2022, pero sus funciones han quedado bajo el paraguas de Hacienda, en concreto en el área de Intervención.

Sin embargo, para Comptos esta estructura orgánica “no responde a una adecuada segregación de funciones de control y gestión”. Ya que la Dirección General de Intervención, “responsable del control de la gestión económico financiera del sector público foral es”, se convierte a su vez en la “responsable de las unidades orgánicas que coordinan actuaciones relacionadas con la gestión” de los fondos europeos.

Finalmente, Comptos también reprocha la transparencia de estas ayudas. Hasta ahora el Gobierno foral ha publicado información sobre los fondos a través de una página web y en el Portal de Transparencia y Gobierno Abierto. No obstante, considera que las medidas para fomentar y facilitar el conocimiento sobre los fondos “no son suficientes”.

Varias recomendaciones

Respecto al modelo de gestión, el informe señala que se han reforzado los mecanismos para la prevención, detección y corrección del fraude. También se está desarrollando un sistema de información para recoger los hitos y objetivos conseguidos con la inversión de los fondos. El marco de gestión y control presupuestario permite un adecuado seguimiento de los fondos. El informe apunta, no obstante, que el sistema de información no permite identificar a los adjudicatarios de los contratos financiados con los fondos.

En cuanto a las recomendaciones, Comptos insta al Gobierno a “segregar las funciones de coordinación y control de la ejecución de los fondos”, dejando la coordinación en manos de una unidad independiente de la Intervención. También pide “reforzar la planificación y dirección global” de los fondos ejecutados por los departamentos y mejorar las vías para que los interesados puedan acceder a la información sobre los mismos.

La respuesta del Gobierno

Tras conocer el informe, la consejera de Hacienda, Elma Saiz, ha vinculado la falta de planificación en la premura con la que se han tenido que gestionar las ayudas europeas. La portavoz del Ejecutivo foral ha explicado que “el tiempo” ha sido para las comunidades autónomas un "factor muy condicionante" y han tenido que ir “haciendo camino al andar".

"La planificación estratégica está realizada a nivel de cada actuación según se iba materializando y no se podía hacer una planificación estratégica global pues esa globalidad se ha ido conociendo según íbamos concretando las actuaciones", ha justificado.

Saiz ha incidido en que el plan de recuperación "supone un cambio radical en la manera de evaluar las políticas públicas". Según ha dicho, "los diseños organizativos son siempre coyunturales y adaptados a las circunstancias de cada momento". "Resolver estas deficiencias y estas mejoras requiere abordar modificaciones significativas en los actuales sistemas de gestión y en ello estamos", ha concluido.