Cuando en 2017 Carles Puigdemont se trasladó a Bélgica la distancia del PSOE y el PP respecto al independentismo catalán parecía insalvable. Seis años después, en virtud del acuerdo alcanzado para investir a Pedro Sánchez presidente, el regreso del expresident al Estado se espera en 2024. Esta imagen será posible tras un trayecto cuya fecha clave fue el pasado 28 de octubre. Entonces el presidente español pronunció por primera vez, de manera expresa, la palabra “amnistía”. Sánchez defendió la medida ante la cúpula del PSOE, un paso esperado por Junts que acercaba posturas con los socialistas. “En defensa de la convivencia entre españoles, defiendo hoy la amnistía en Catalunya”, resumió.

Las conversaciones con los de Puigdemont se habían iniciado tiempo atrás pero, una vez hecho el anuncio, el 30 de octubre llegaba la foto de la negociación. En ella aparecían el propio Puigdemont junto a Santos Cerdán como interlocutor del ala socialista. Además asistían a la cita el secretario general de Junts y exconseller, también implicado en la causa del procés, Jordi Turull, y el jefe de la delegación del PSOE en el Parlamento Europeo, Javier Moreno. Se engrasaba y ponía en marcha la maquinaria para el pacto de investidura. En un giro de los acontecimientos, ERC volvió a escena al adelantar su sí a Sánchez y colgarse la medalla. Y de nuevo, Junts elevó sus exigencias sobre el alcance de la amnistía, que empezaría en el año 2013. Puigdemont quería su propio pacto, con sus tiempos, su impronta y su regreso. Tras un constante desfile de rostros de la política catalana por Bruselas, PSOE y Junts acabaron firmando la hoja de ruta que marcará los acontecimientos de este 2024. El Congreso ya ha habilitado el mes de enero para estudiar las enmiendas de los grupos antes de remitir la ley al Senado, con el fin de acelerar los trámites dada la pretensión del PP de usar su mayoría para hacer tapón en la Cámara Alta.

Sánchez tiene previsto reunirse con el expresident catalán, así como con el líder de ERC Oriol Junqueras, una vez la ley de amnistía sea una realidad para “normalizar” la relación con ambas formaciones. “Es lo lógico” defendió, hace escasos diez días. Como otros trámites legislativos, el Congreso tendrá la última palabra. Dar fechas sobre la amnistía, casi imposible.