El Gobierno de Navarra admite discrepancias en la mesa de contratación que ha adjudicado las obras de desdoblamiento de los túneles de Belate. Señala no obstante que estas diferencias de criterio son habituales en este tipo de licitaciones, y que el proceso ha sido en todo momento “legal y “trasparente”, y gestionado por funcionarios.

El Departamento de Cohesión Territorial ha adjudicado de la duplicación de los túneles de Belate y Almandoz, por un importe de 62,8 millones más IVA, a las empresas Acciona Construcción, Excavaciones Fermín Osés, y Servinabar 2000. Se trata de uno de los proyectos de obra pública más importantes previstos para esta legislatura. “Un hito y un gran avance” en el desarrollo de la transformación integral de la carretera N-121-A en una vía 2+1, a juicio del Gobierno foral, que prevé una duración de las obras de 45 meses. 

Sin embargo, en el proceso de licitación han surgido discrepancias entre los miembros de la mesa de contratación, formado por ocho personas: Cinco ingenieros de Obras Públicas, un jurídico del Departamento, un interventor delegado de Hacienda y un jurista representante de la Junta de Contratación. Tres de ellos, el interventor y los dos letrados, han emitido votos particulares cuestionando el proceso y la puntuación técnica que se ha dado a la propuesta ganadora. Consideran que no está suficientemente motivada.

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Así será la duplicación del túnel de Belate DIARIO DE NOTICIAS

El Gobierno sin embargo señala que este tipo de discrepancias son habituales, sobre todo en una adjudicación de la complejidad de los túneles de Belate. “El proceso ha sido legal y transparente”, defiende el consejero Óscar Chivite, que destaca que este tipo de licitaciones “las gestionan funcionarios”. “Son órganos independientes y sus deliberaciones y decisiones son autónomas, y los votos particulares son frecuentes en estos procesos de adjudicación”, ha argumentado Chivite tras la sesión de Gobierno.

El consejero equiparó estas discrepancias a las que puede haber en una sentencia judicial con votos discrepantes, en las que se hace valer la opinión de la mayoría del tribunal. Además, mostró su “extrañeza” por que “se ponga más foco en los procesos de licitación, que son habituales, y no se ponga el foco en el objetivo que son las aprobaciones que se han conseguido en esas licitaciones, proyectos importantes y fundamentales para el futuro de Navarra”. 

Recreación de la boca norte de los túneles de Belate tras su desdoblamiento. Archivo

Chivite admite así “discrepancias a la hora de evaluar” las ofertas, pero insistió en que “no es algo que sea inhabitual”. “Una licitación es un proceso en el que se presentan diferentes empresas, diferentes proyectos y diferentes soluciones. La mesa de contratación lo que hace es analizar desde una forma técnica, independiente y autónoma por funcionarios, para que sea un proceso transparente y legal. Lo que se hace es promover el debate sobre esas propuestas. Es un proceso que es normal”, argumentó el consejero, que destacó además que “la conclusión del interventor es favorable”.

Comparecencia en el Parlamento

Chivite en cualquier caso no ha querido dar más detalles sobre las discrepancias internas y se ha remitido a una futura comparecencia parlamentaria, haciendo suyas las explicaciones que sobre este tema ha dado el director general de Obras Públicas e Infraestructuras del Gobierno de Navarra, Pedro López Vera. “Este proceso es especial, es diferente, es muy complicado. Ha sido un reto para todos ellos porque estaban acostumbrados a otro tipo de licitaciones mucho más sencillas y más fáciles de entender por quienes no son ingenieros. Igual los jurídicos han sufrido más para terminar de entenderlo”, ha argumentado López en declaraciones recogidas por Efe.

El director general explica así que, pese a las discrepancias, la mesa de contratación ha ido aprobando las actas, firmadas por todos sus integrantes, ya que se trata de un órgano colegiado. Y que los expertos jurídicos han añadido, “cuando les ha parecido conveniente, sus votos particulares”, hasta llegar al final del procedimiento. A su juicio, estos votos particulares aluden a “indicios que no van a ningún sitio”, aunque lamenta que “emborronan” el proceso para los profanos en la materia”.