Los malos resultados en las elecciones europeas y la tendencia negativa de los últimos meses han abierto un debate de fondo en el espacio político de la izquierda confederal. De entrada en Podemos, que se siente reforzado aunque sea por un resultado electoral escaso que le ha reportado dos eurodiputados, y que apuesta por mantener su posición crítica con Gobierno de Sánchez. Pero sobre todo en Sumar, donde las expectativas no se han cumplido para muchos de los integrantes de la coalición, lo que se ha traducido en un paso al lado de su líder, Yolanda Díaz, aunque está por ver de qué calado.

El resultado de las europeas ha sido especialmente doloroso para Izquierda Unida, que se ha quedado sin el eurodiputado que tenía desde 1986. La única organización del espacio con implantación y cuadros en todo el territorio estatal, que cuenta con una marca reconocida y una larga hoja de servicios, iba en cuarto lugar de lista y Sumar solo ha logrado tres eurodiputados. Así que su coordinador federal no ha querido esperar más y reclama ya un cambio de guión.

Antonio Maíllo, histórico dirigente del partido y ahora al frente de IU federal, apuesta por un nuevo modelo de organización en el que Sumar funcione como una coalición al uso, y en la que el Movimiento Sumar, el partido impulsado por Yolanda Díaz que da nombre a la coalición, sea “uno más”. “No vamos a estar los partidos bajo un paraguas de nada”, advirtió ayer.

El líder de IU no pone en cuestión el futuro de la alianza, pero se muestra crítico con el funcionamiento que ha tenido hasta ahora. Señala, por ejemplo, que vincular el nombre del partido de Díaz con el conjunto de la coalición, tanto en el grupo parlamentario como en las candidaturas electorales, ha generado “confusión”. A su juicio, la realidad “es tozuda” y supera cualquier “tesis por muy brillante que sea”. “El resultado de las europeas evidencia que no se puede construir un espacio si no es con la comodidad de las partes”, argumentó ayer en TVE, donde advirtió de que los “hiperliderazgos sin organización por debajo son efímeros”.

Frente a ello, Maíllo considera que en esta nueva etapa Izquierda Unida va a tener un papel importante debido a su implantación municipal por todo el país, tanto para construir alianzas como para avanzar hacia la unión del espacio en el que se acabe con la “decisión vertical”.

Para ello, apuesta por que Sumar afronte esta nueva etapa con una relación de “igual a igual” entre sus socios y en la que las decisiones se tomen “por consenso”. “No vamos a estar los partidos bajo un paraguas de nada, sino que vamos a estar en una relación de igualdad y fraternidad entre todos. En la que Movimiento Sumar va a ser uno más, igual que Más Madrid, IU, los ‘Comunes’, Chunta o Més per Mallorca”, aseguró ayer Maíllo, que no obstante defiende la figura de Yolanda Díaz y su papel en el Gobierno de Navarra. A su juicio, la vicepresidenta debe continuar con el liderazgo político del socio minoritario del Ejecutivo porque en el plano institucional aporta “estabilidad”.