La presa vasca María Lizarraga Merino, natural de Burlada, recibió este miércoles la libertad condicional después de haber estado casi 16 años encarcelada por delitos vinculados a ETA. Lizarraga es la madre de la niña Izadi, a la que la justicia estatal quería separar de sus padres –ambos presos– cuando cumplió la edad máxima de permanencia en prisión sin haber cometido delitos –3 años–.
Fue la red de apoyo familiar Etxerat quien informó de que Lizarraga accedía a la libertad condicional por auto del Juez Central de Vigilancia Penitenciaria.
En junio de 2022 fue clasificada en tercer grado penitenciario y desde entonces ha estado cumpliendo su condena por medios telemáticos. Antes había sido trasladada a la cárcel alavesa de Zaballa, informó Etxerat. El traslado anterior desde Aranjuez, que era donde cumplía condena la madre por ser una cárcel con módulo familiar –donde vivía junto con Izadi– fue la forma de estar “más cerca de su hija, pero separadas la una de la otra”, denunció la plataforma Izadi gurasoekin etxera, que reclamó entonces la excarcelación de los padres, sin éxito.
María Lizarraga fue detenida en 2008 y condenada en 2010 a 20 años y un mes de cárcel por los delitos de asociación ilícita, falsificación de documento público, tenencia de explosivos, tenencia ilícita de armas, robo y hurto.