Javier Esparza va a dar un paso atrás como portavoz de UPN en la comisión parlamentaria que investiga, entre otras, la adjudicación de la obra de los túneles de Belate. Esta semana ya serán Marta Álvarez o Pedro González Felipe quienes lleven los interrogatorios de los vocales de la mesa de adjudicación.

Lo acaba de anunciar el propio expresidente regionalista, que tras la reunión de la Mesa y Junta de Portavoces ha dicho, en último lugar y de manera algo sorpresiva, que no será él quien continúe con los interrogatorios de los vocales de la mesa en la comisión en la que los regionalistas tenían tantas esperanzas puestas.

Justo después de las dos primeras comparecencias que han dado al vuelta al relato sobre el caso

El movimiento de los regionalistas llega después de que los dos primeros comparecientes infligieran un duro golpe a la teoría del amaño sostenida por la oposición, especialmente UPN y PP, durante año y medio.

El martes, el presidente de la mesa de adjudicación, Jesús Polo Soriano, negó haber votado en último lugar y por tanto haber condicionado el resultado final para arreglar la adjudicación a favor de una empresa concreta.

Al día siguiente, miércoles, el secretario de la mesa, Lorenzo Serena Puig, cuyo voto particular puso en el foco la adjudicación de las obras, dijo que él desconoce el orden de los votantes, y concedió que si el presidente dice que él no votó el último, será verdad, aunque se ratificó en su crítica al sistema de votación.

El paso atrás es significativo

Esparza había planteado dos cuestionarios duros, especialmente el día de Polo, con una serie de preguntas y un tono algo impropio para dirigirse a un funcionario jubilado. Precisamente, fue durante la primera comparecencia cuando Polo afeó a Esparza el "relato" construido en torno al caso y que "ha comprado mucha gente", pero que no se ajusta a la realidad de lo ocurrido, según el presidente de la mesa.

Desde el punto de vista político, el pasó atrás de Esparza envía un mensaje claro: la comisión ha bajado un escalón en importancia después de las dos primeras comparecencias. Ya no merece la pena, ya no es políticamente tan rentable, que el portavoz parlamentario y hombre fuerte de Ibarrola en la Cámara acapare el trabajo de preparar las comparecencias y ser la cara visible de los interrogatorios. Ahora, la tarea estará compartida con Marta Álvarez y Pedro González Felipe.