El secretario de la mesa de adjudicación de las obras de Belate, Lorenzo Serena, ha asegurado que él nunca dijo que el presidente de la mesa, Jesús Polo, votara en último lugar, sino que dijo que "desconocía" quién lo había hecho. Además, ha dicho no tener elementos de juicio para dudar de que Polo votara en tercer lugar, y no el último, como defendió ayer en el Parlamento el presidente de la mesa. "Si lo dice, será verdad", ha dicho.
Se trata de una declaración que deja prácticamente sin fundamento la principal tesis partidista sostenida por la derecha, algunos medios y organizaciones sobre la adjudicación. A saber: que el presidente de la mesa, Jesús Polo, había decantado con su voto la adjudicación de la obra de los túneles, al haber emitido su opinión después de haber conocido las puntuaciones de los otros cuatro ingenieros involucrados en el proceso.
Ayer, Polo dijo que él no pudo haber decantado ninguna adjudicación, porque votó en tercer lugar, y además no modificó su puntuación después de que le llegaran las otras dos votaciones (por parte de dos jefes de sección del departamento de Cohesión Territorial). Hoy, Serena ha dicho que él nunca señaló a Polo como quien decantó la adjudicación. Ha dicho que él dijo que desconocía quién había votado el último. Y que si Polo ha dicho que votó el tercero, será verdad. Es decir, que buena parte del "relato" que ayer denunciaba Polo ha quedado muy en entredicho.
Perfil bajo y pegado a sus papeles
El secretario de la mesa de contratación de las obras de duplicación del túnel de Belate, Lorenzo Serena, se ha ratificado este miércoles en las dudas que mostró ya en su voto particular sobre el proceso de adjudicación seguido en esta obra.
"Creo que la labor de los empleados públicos es trabajar de la mejor forma posible, de forma profesional, yo así lo intenté", ha dicho, para incidir en que no iba a "descender a temas personales porque creo que desenfocarían". Según ha expuesto, "cualquiera sin anteojeras y con la mente limpia y sin prejuicios va a ir sacando sus conclusiones, yo estoy convencido de que el Parlamento es un sitio serio y por lo tanto yo creo que es un sitio que va a ir sacando sus conclusiones".
Ha lamentado Serena el escrito que envió al Parlamento con su visión sobre lo ocurrido en la mesa, "cualquiera que lo lea verá que era fruto de un cabreo, me creí la declaración institucional de que había que colaborar con la Oficina Anticorrupción cuando hubiese cualquier atisbo o duda". "Lo que dice el acuerdo de Gobierno y dice la ley foral que regula la Oficina Anticorrupción y su reglamento es que cualquier mera sospecha e indicio de mala praxis se tiene que comunicar, eso es lo que yo hice", ha dicho, para afirmar que "yo aplico la norma, es mi obligación, el derecho es una obligación aplicarlo, no es un gusto, y yo tengo que analizar si el procedimiento se ajusta a la ley".
"Yo lo que hice es constar en acta cuando hay alguna anomalía. Ver en eso un significado político creo que es un error y espero que salga la verdad de lo que pasó en esta comisión", ha señalado el secretario de la Mesa.
Ha dicho no saber si ha habido mordidas en Belate como tampoco sabe si ha habido mordidas en otras obras. "Yo no sé si hay corrupción o no, ni en esa ni en ninguna", ha señalado, para indicar que no veía por el departamento al exvicesecretario general del PSN, Ramón Alzórriz, ni a Santos Cerdán ni al empresario Antxon Alonso.
Sobre Servinabar, una de las empresas de la UTE adjudicataria de las obras de Belate, Serena ha comentado que "nosotros en la documentación no vemos la composición de la accionario, no sé quién es el propietario".