La Justicia francesa dio este miércoles su autorización para que España juzgue a Iratxe Sorzabal, exmiembro de ETA implicada en el asesinato del ertzaina Montxo Doral, perpetrado por ETA en Irun (Gipuzkoa) el 4 de marzo de 1996.

La sala de instrucción del Tribunal de Apelación de París autorizó la extensión de la entrega de Sorzabal, quien ya se encuentra cumpliendo condena en el Estado por otros hechos. El presidente de la sala recordó que los cargos que se le imputan incluyen pertenencia a banda armada, homicidio terrorista y estragos terroristas, siendo el homicidio terrorista el delito más grave, con una posible pena de 15 a 25 años de prisión.

La decisión rechaza la posición de la defensa, que solicitaba no aceptar la entrega argumentando que la miembro de ETA habría sufrido torturas durante su detención por la Guardia Civil en 2001. Al haber sido detenida en Francia, cada nuevo procedimiento español requiere autorización judicial francesa.

Durante la audiencia del 29 de octubre, la Fiscalía francesa subrayó que la cuestión de las supuestas torturas debía ser analizada por los tribunales españoles, no por Francia. Además, la Audiencia Nacional aclaró que los cargos contra Sorzabal no se basan únicamente en su confesión ante la Guardia Civil, sino en otros elementos de prueba, como la ‘kantada’ requisada en 2002 en un piso franco de Cahors (sur de Francia), que contenía una lista de acciones de la banda, incluyendo la bomba lapa colocada bajo el coche de Doral. Para la Audiencia Nacional, esta kantada contiene información que solo podía ser conocida por implicados en los hechos.

Absuelta en dos causas previas

La pasada primavera, Sorzabal fue absuelta en dos causas previas en España, amparándose en sus alegaciones de malos tratos durante su arresto de 2001. En esos casos se le imputaba la colocación de un artefacto en la frontera de Irun y la instalación de una bomba en el aeropuerto de Alicante en 1995, que fue desactivada antes de explotar. Iratxe Sorzabal fue detenida en Hernani en 2001, pero tras ser interrogada por la Guardia Civil y comparecer ante un juez, quedó en libertad y huyó a Francia, donde fue arrestada nuevamente en 2015, junto al exjefe de ETA David Pla.