Fue un acto reparador. Doloroso por momentos para familiares y allegados, por el recuerdo del ser querido perdido, pero reconfortante, en la medida que demostró que la memoria del navarro Mikel Zabalza Garate (1985-2025) sigue viva 40 años después de su muerte. Una triste efemérides que sirvió para exigir “toda la verdad” sobre su desaparición y muerte, después de ser detenido el 26 de noviembre de 1985 por la Guardia Civil para aparecer muerto en el río Bidasoa 20 días después, y en medio de una movilización social que comprometió al propio Gobierno y desmontó la versión oficial. Un millar de personas homenajearon ayer en pleno Boulevard donostiarra al joven de Orbaitzeta que trabajaba como conductor de autobuses de lo que hoy es DBus. El homenaje de sus compañeros puso los pelos de punta al corazón de la ciudad.
A las 12.23 horas, un autobús articulado de la compañía pública de DBus, 100% eléctrico, cero emisiones, silencioso, salía desde el Boulevard de Donostia hacia Hospitales, y seguidamente lo hizo otro igual hacia Amara-Mutualidades. Nada que ver con el autocar con asientos de madera que conducía Mikel en los años 80.
Entre tanto, varios cientos de personas se apostaban a los dos lados de la vía rodada que atraviesa el Boulevard. Día de trabajo para decenas de compañeros de DBus y de reivindicación y memoria para otros muchos, que se organizaron cambiando turnos y aprovechando festivos para acompañar a la familia de Mikel Zabalza y rendirle homenaje.
El último vehículo en sortear a la multitud fue el número 16, en dirección hacia el funicular de Igeldo, y luego se cerró la carretera, para recibir entre aplausos al autobús que desde el 26 de noviembre, efemérides de la detención de Mikel Zabalza, hasta ayer, ha recorrido parte de Euskal Herria, uniendo Orbaitzeta, su localidad natal, Pamplona, Bortziriak, Errenteria, Altza y Donostia.
Un autobús que alberga una exposición en su interior con el objetivo de dar a conocer el caso Mikel Zabalza y que, según indicaron los promotores de la iniciativa Mikel Gogoan, continuará con su labor y debe servir de “centro de formación y memoria y transmisión futura”.
La llegada del “autobús de la memoria” y la “dignidad” al Boulevard fue el culmen. Cuando irrumpió a las 12.42 horas, la multitud comenzó a aplaudir y hubo gente que no pudo evitar las lágrimas.
Homenaje de la plantilla de DBus
Mikel Zabalza 40 urte gogoan. Egia, Justizia, Erreparazioa. Aquí no hay conductor, dónde está? Mensajes que se podían leer en el autobús rotulado que ha hecho las veces de exposición-museo durante dos semanas. Una recreación de la marcha que en 1985 hicieron sus compañeros de trabajo. Esta vez, con un autobús matriculado en febrero de 2009, hace casi 17 años, y retirado del servicio; DBus lo ha cedido a los organizadores de la iniciativa.
Un centenar de trabajadores y trabajadoras de la compañía pública de autobuses de Donostia escoltaron al vehículo, en una emotiva caravana encabezada por Alejandro Zabalza, conductor jubilado, compañero de trabajo y primo de Mikel, y la conductora Ainhoa Quintana, que portaban la foto de Mikel Zabalza.
Les seguía el autobús, guiado por Koro Andonegi, conductora de DBus, al borde de las lágrimas. Pura emoción contenida, mientras circulaba entre el pasillo multitudinario que aplaudía a la comitiva, que cerraron tres personas portando retratos del propio Mikel Zabalza (1952-1985); Idoia Aierbe (1962-2018) y Ion Arretxe (1964-2017), detenidos conjuntamente el 26 de noviembre de 1985.
El acto fue también una reivindicación. Fidel Arizmendi, uno de los organizadores del tour que ha recorrido el “autobús de la memoria” explicó cómo se les ocurrió la iniciativa, y dijo que “hace cuatro o cinco meses” pidieron al Ayuntamiento de Donostia permiso para utilizar un autobús viejo y organizarlo todo.
Arizmendi destacó el “calor y afecto” con el que han sido recibidos en todos y cada uno de los pueblos que han llevado al “autobús de la memoria” a seguir el recorrido que hizo el cuerpo de Mikel Zabalza hace 40 años (hoy se cumple el aniversario del día que apareció su cadáver). Y agradeció a la familia de Mikel que “siempre” han estado allí, en cada pueblo visitado, acompañando y enriqueciendo la exposición rodante.
Arizmendi terminó su intervención enviando “un abrazo para quienes ha sufrido la violencia de Estado”.
Reivindicación contra la tortura
Tomó el testigo la actriz Ainhoa Aierbe, familiar de Idoia Aierbe, compañera sentimental de Mikel Zabalza, que fue detenida por la Guardia Civil aquel 26 de noviembre de 1985 junto a Mikel, el primo de este, Manuel Bizkai, y Ion Arretxe. Mientras en Orbaitzeta eran detenidos al mismo tiempo otros dos hermanos de Mikel que fueron liberados horas después.
Ainhoa Aierbe “tenía 11 años” cuando su familia quedó tocada por la detención de la “prima Idoia”, que más tarde denunció que fue torturada durante el periodo de incomunicación. “Este autobús lleva una parte de la historia de mi familia”, dijo la actriz, quien reconoció que esta iniciativa “nos ayuda a paliar el dolor” y a que “no se pierda la memoria”: “Gracias de todo corazón a todas las personas que trabajáis por mantener viva la memoria”.
El bertsolari Jon Maia intervino a continuación, con un discurso muy emotivo que recordó las multitudinarias manifestaciones y la huelga general que se realizaron por Zabalza, un clamor social que comprometió al Gobierno español, incapaz de sostener la versión oficial de que Mikel se había lanzado al río Bidasoa intentando escapar cuando le conducían a localizar un zulo de ETA. Con ese clamor popular había empezado, reiteró Maia, la “transformación de la herida”. La reparación.
Después subieron al estrado familiares del propio Mikel Zabalza, entre lágrimas. Idoia Zabalza, una de sus hermanas, recordó que en todo este tiempo han “sufrido amenazas, desprecio e insultos”, y que incluso les forzaron a “quitar una foto” de su hermano de una pared. Momentos de “frustración” que ayer se tornaron en un abrazo de multitudes, con el autobús que hizo “el mismo recorrido que hizo el cuerpo de Mikel”.
“Verdad, justicia y reparación”
Idoia Zabalza valoró que al menos se logró echar por tierra la versión oficial, pero denunció la “práctica salvaje de la tortura” sufrida por su hermano, que “no fue una excepción”.
El acto lo cerraron las portavoces de la iniciativa Mikel Gogoan Ainhoa Bueno y Garazi Castaño, que pidieron “verdad, justicia y reparación” para Mikel Zabalza y aseguraron que “es hora de asumir responsabilidades públicas” por lo sucedido
“Es el momento de conocer toda la verdad. Se ha producido el reconocimiento oficial como víctima, pero no se sabe ni quién ni dónde, ni cómo. Nadie ha pagado por ello. El Estado español tiene una deuda con este caso”, dijeron, y se ha escudado en la “ley franquista de Secretos oficiales” para seguir negando la evidencia, pero concluyeron señalando que “esta no es la última parada” del autobús de la memoria.