“Señorías, tenemos presupuestos”, ha proclamado entre aplausos el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde, tras la votación final. El Legislativo ha aprobado en el último pleno del año, celebrado este jueves, la Ley Foral de Presupuestos Generales de Navarra para 2026, con el respaldo de las tres fuerzas que conforman el Ejecutivo —PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin— y la abstención de EH Bildu, mientras que UPN, PP y Vox han votado en contra. Las cuentas han salido adelante por un estrecho margen, con 21 votos favorables, 20 en contra y 9 abstenciones.

La aprobación vuelve a situar a Navarra entre las comunidades con mayor estabilidad institucional, pese a contar con un Gobierno en minoría parlamentaria. Esta continuidad contrasta tanto con otros territorios que han tenido que adelantar elecciones por falta de apoyos, y también con el propio Gobierno central, donde el presidente Pedro Sánchez aún no ha logrado aprobar unos presupuestos en lo que va de legislatura.

Se trata, además, del undécimo presupuesto consecutivo pactado por las fuerzas progresistas. Cuatro de ellos se aprobaron durante el Gobierno de Uxue Barkos y siete bajo la presidencia de María Chivite, que ha sacado adelante las cuentas en todos los ejercicios desde su llegada al Ejecutivo. Esta dinámica contrasta con la legislatura 2011-2015, en la que el Gobierno presidido por Yolanda Barcina solo logró aprobar unos presupuestos en cuatro años.

Las cuentas de 2026 ascienden a 6.741,5 millones de euros, la cifra más alta de la historia de la Comunidad Foral. De ese total, 6.318,6 millones corresponden al gasto no financiero —departamentos del Gobierno de Navarra, Parlamento y Consejo de Navarra— y 422,9 millones al gasto financiero, destinado a la amortización de deuda y al pago de intereses. El techo de gasto no financiero supone un incremento del 5,2 % respecto a 2025, lo que se traduce en 332 millones de euros más.

Durante las últimas semanas, el Parlamento ha debatido en comisión las enmiendas parciales al proyecto. En total, se han incorporado 368 enmiendas, con un impacto económico de 19,1 millones de euros, todas ellas presentadas por PSN, Geroa Bai, Contigo-Zurekin y EH Bildu. En el pleno, la coalición abertzale ha registrado además una enmienda in voce, que ha sido aprobada, mientras que las siete iniciativas planteadas por UPN para proyectos en distintas localidades han sido rechazadas, al igual que el resto de propuestas de la oposición.

Esparza (UPN), durante su discurso en el Parlamento de Navarra este jueves por la mañana. Javier Bergasa

Debate parlamentario

En el turno de intervención de los grupos, el portavoz de UPN, Javier Esparza, ha cargado duramente contra el Ejecutivo y ha afirmado que “sus gobiernos se autodenominaron progresistas, aunque sus políticas no hacen progresar a Navarra, solo progresan ustedes mismos”. Ha añadido que “si tuvieran un poco de vergüenza, estos serían los últimos presupuestos de la legislatura” y ha sostenido que las políticas del Gobierno “se sostienen en discursos vacíos, en mantras que repiten a diario, en relatos marcados desde Ferraz, en bulos y en incoherencias”. Esparza ha vinculado además su crítica a las investigaciones por presunta corrupción en el entorno del PSOE, asegurando que la presidenta María Chivite “cada día está más sola”.

En nombre del PSN, Ainhoa Unzu ha defendido el proyecto presupuestario subrayando su alcance político y social. “Hoy no solo aprobamos unos presupuestos, hoy damos un paso más en ese modelo de la Navarra que defendemos y queremos”, ha señalado. Según ha indicado, se trata de “una Navarra que garantiza derechos, que avanza gracias al diálogo y al entendimiento entre diferentes y que antepone el interés común al partidista”. Unzu ha rechazado de forma expresa las acusaciones de corrupción, calificándolas de “difamación”, y ha defendido que el PSN actúa con “ética y honestidad”.

La portavoz de EH Bildu, Laura Aznal, ha explicado que la abstención responde a que “estos no son nuestros presupuestos”, aunque ha remarcado que “a través de nuestro acuerdo damos herramientas al Gobierno para que haga políticas más valientes y más ambiciosas”. Ha afirmado que la coalición ha sido “cada vez más exigente” y que su prioridad ha sido blindar los servicios públicos, reforzar lo público y avanzar en derechos, con “las necesidades de las personas como base de nuestra negociación”.

Desde Geroa Bai, Mikel Asiain ha puesto el acento en la estabilidad política y económica que aportan las cuentas. “Gobernar no es comentar desde la barrera lo que otros hacen, sino asumir responsabilidades”, ha manifestado. Ha defendido que el presupuesto es “una herramienta fundamental para los retos en salud, industria, desarrollo rural o euskera” y ha subrayado que el acuerdo presupuestario a cuatro “ha permitido 11 años de presupuestos aprobados en tiempo y forma”.

En el turno del PP de Navarra, Javier García ha rechazado las cuentas con dureza. “Dan vergüenza. Son unos presupuestos ideológicos porque los hace EH Bildu”, ha afirmado. Ha denunciado una “grave crisis moral” en el PSN y ha asegurado que “no hay diálogo ni consenso, sino un rodillo”, al tiempo que ha acusado al Ejecutivo de convertir las cuentas en “un reparto de favores entre socios”.

Por parte de Contigo-Zurekin, Miguel Garrido ha respaldado el proyecto presupuestario, aunque con matices. “Son unos buenos presupuestos para Navarra”, ha señalado, ya que permitirán profundizar en las políticas públicas y en el desarrollo social, pero ha advertido de que “no son los presupuestos que necesitamos para dar un salto cualitativo y de esperanza de futuro”, reclamando más valentía política para responder a las demandas sociales.

Finalmente, el parlamentario de Vox, Emilio Jiménez, ha asegurado que “este Gobierno se está hundiendo” y que “la corrupción le ahoga”. Ha calificado las cuentas como “un instrumento de saqueo, corrupción y traición” y ha afirmado que el Ejecutivo “está dejando a Navarra en un auténtico erial”.