Una monja escocesa de 55 años heredó de su madre, a la que jamás conoció, una participación en un floreciente prostíbulo en la región austríaca de Estiria. "La señora tenía bienes, pero no tenía marido o descendientes. Y tampoco había testamento", ha explicado al diario austriaco Kronen Zeitung un experto en genealogía. Así, un grupo de expertos se puso a trabajar para localizar al familiar más próximo a la fallecida con el fin de hacerle saber que era dueño de un boyante burdel en la región sureña de Austria. En sus investigaciones descubrieron que Linda K. había vivido un montón de experiencias como integrante de un circo itinerante. Durante una serie de funciones por Reino Unido quedó embarazada y, tras dar a luz, dejó a su hija en adopción en un orfanato cristiano en Escocia. Medio siglo más tarde, los expertos descubrieron que su hija, Houston L., vivía como monja en un convento. La religiosa decidió vender su parte en el negocio y donó el dinero a un proyecto humanitario en India.