Miss amama: Anne Guisasola representará a la CAV en el primer certamen estatal de abuelas
Anne Guisasola representará a la CAV en el primer certamen estatal de abuelas
TIENE una agenda digna de un broker de Wall Street. A sus 67 años se levanta a las seis de la mañana todo el año. Limpia y ordena un poquito la casa, a las siete coge su bici y da un paseo de hora y media, luego se da su baño. "Invierno o verano no fallo en La Concha". Vuelve a casa, ducha, desayuno, repaso a los textos de teatro, su ocupación preferida, y sale de compras. Pero estos días el dietario de Anne se complica. Ha sido elegida para representar a la CAV en el primer certamen de abuelas que se celebrará el día 25 en Torremolinos y debe contar cómo una exauxiliar de geriatría que se dedica a su gran pasión, la interpretación, ha adquirido el rango de Miss. Y lo hace transmitiendo vitalidad e invitando a no gastar horas extras en el sofá.
Porque si existiera una amama perfecta, esa sería la donostiarra Anne Guisasola. Una especie de todoterreno que, le pidas lo que pidas, puede con todo. Tiene tres hijos, seis nietos, un espíritu incansable y el orgullo de ser una superabuela, aunque este sustantivo desafíe la humildad y entrega con la que esta mujer encara su vida. De los seis nietos, la mayor, Paula, tiene siete años y, el pequeño, poco más de uno. "Paso bastante tiempo con mis nietos pero no me comprometo a diario. Todas las semanas estoy con ellos, pero con alegría, con ganas... Les llevo de excursión, vamos bailando por las calles. Soy un poco gamberra, me subo al tiovivo con ellos, me pongo a su nivel, vienen a casa y se prueban la ropa de la abueli, se ponen los tacones... Luego, claro, llegan los aitas y no se quieren marchar", dice esta mujer cañera que ha sido modelo de numerosas campañas publicitarias y hasta ha hecho de monja en Hospital Central. La superabuela está siempre al rescate, también en vacaciones. "Alquilamos un apartamento en Castellón e invito a mis hijos a salir y a que me dejen los niños. El año pasado estuvimos en París y les decía: Venga, marchad a daros unos besitos por el Sena".
Habla de sus nietos con devoción, al igual que de su compañero. "Tengo pareja pero vivo sola porque los dos necesitamos nuestro espacio", matiza, con cierto aire de estrella. Es Daniel, que ratifica que Anne es genial. "Yo la voy a aplaudir a rabiar cuando salga a la pasarela", se recrea. Ahora los dos están ocupados en sus respectivas escuelas de teatro. "Arsénico por Compasión es una de las obras que vamos a presentar. Pero también acudimos a cursos de presentadores de conciertos para mayores de 55 años. Porque si te fijas, pones la tele y ves: Para ti que eres joven, para ti que eres guapa, para ti que tienes un cuerpo 10. ¿Y nosotros qué?", reivindica, demostrando la marcha de los veteranos.
Se describe como una amama atípica y tremendamente enérgica. Como su ama, de 93 años, a la que suele visitar muchas tardes. "A veces se pone peleona: "Traes mala cara, mira qué pintas, ya me han dicho que tienes novio", me espeta. Y no me da la gana de contarle nada a estas alturas de mi vida. ¿Ahora le voy a decir que tengo novio? ¡Ni patrás! Es que me censura", replica.
El certamen Abuela de España 2011 buscaba candidatas mayores de 50 años para un concurso en el que no se valora solo la belleza, sino también el dinamismo, la simpatía o el carisma. Anne Guisasola espera dejar a la CAV en lo más alto. Sin embargo, le sorprende que admitan participantes operadas. "Yo nunca he pasado por un quirófano. A mí me parece importantísimo saber envejecer con alegría, con dignidad y con orgullo. Unas arrugas son lo más bonito que hay en una mujer porque significa que te has emocionado, que has amado, que has abrazado, eso no lo podemos borrar. Lo respeto pero tengo amigas que se han operado y parecen esfinges".
Y eso que Anne no se considera bella. "No soy nada de particular. Lo que pasa es que si vas cultivando el interior, eso se refleja en el exterior". Lo demostrará el próximo día 25 en Málaga. "No tengo ningún miedo escénico. Espero ser muy natural". Pero reconoce una competidora nata. "La participante de Pontevedra es majísima. Tiene 80 años y un nieto de 35 años. Es una mujer muy jovial, va a impactar, ver una señora mayor tan juvenil, dos veces viuda... Pero bueno, el objetivo es participar y hacer amigas".
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