Un hombre en Londres fue capturado y condenado a 14 años de cárcel por robar durante más que 14 años en varios negocios. Consiguió engañar las autoridades por tanto tiempo porque el ladrón, un hombre negro, se ponía una mascara con la cual se veía como una persona blanca, realizada de un látex similar a la piel humana. Armado con una pistola, robaba el dinero de negocios en el norte de Londres. En las imágenes de las cámaras de vigilancia siempre quedaba grabada la imagen de un hombre grande y blanco, así que la Policía tardó muchos años en reconocerle y capturarle. Después de largas investigaciones, los autoridades descubrieron la verdadera identidad del hombre y encontraron la máscara de látex en su apartamento.