El nigeriano Uroko Onoja era un hombre que tenía seis esposas y murió después de haber sido violado por sus mujeres en casa. Todo comenzó cuando a las tres de la madrugada el hombre regresó de viaje y se dirigió al cuarto de la esposa más joven de las seis para mantener relaciones sexuales. Fue entonces cuando las demás esposas invadieron la habitación con palos y cuchillos, exigiendo al hombre que tuviera relaciones sexuales con cada una de ellas. Aunque Uroko se negó, fue obligado a tener relaciones con todas ellas, desde la mujer más joven hasta la más vieja. Cuando llegó el turno de la quinta esposa, el hombre dejó de respirar y murió. Solo dos de las mujeres fueron arrestadas, ya que el resto consiguió huir de la policía. Con respecto a Uroko, aún no se sabe la causa exacta de su muerte.