Cada vez más personas consideran a sus mascotas como parte de la familia, y al mismo tiempo cada vez hay más familias que viven con un animal de compañía. Y generalmente, por su menor esperanza de vida, toca despedirse de ellos después de unos intensos años de convivencia. Un adiós muy duro pero que en muchas ocasiones es frío porque no existen lugares en los que homenajear al animal, al que hay que incinerar rápidamente y quedarse, como mucho, con las cenizas como recuerdo físico.

En Alemania han sido conscientes de esa carencia y van a abrir la primera iglesia destinada exclusivamente a despedirse de las mascotas. Se ubica en un pequeño distrito de la ciudad de Albstadt-Pfeffingen y es fruto de la idea de una empresa local, Schönhalde Tierbestattung, con Ellen Weinmann y Florian Düsterwald al frente, que vio que estaba a la venta la iglesia de San Pablo, que pertenecía a una congregación evangélica metodista desde su construcción en 1955, y decidió adquirirla con ese fin.

El equipo que se ha hecho con la iglesia. Schönhalde Tierbestattung

Ellos llevaban desde 2020 gestionando un cementerio de animales pero quisieron dar un paso más y compraron este edificio, lo desacralizaron y cambiaron el altar por una gran losa de piedra en la que colocar a las mascotas ya fallecidas para rendirles un último homenaje, con los familiares sentados en un banco situado enfrente. Tras la ceremonia de despedida, el cuerpo pasa al crematorio y los familiares pueden elegir entre recibir una urna (hay muchas diferentes para elegir) con las cenizas o convertir estas en joyas.

Todavía no se ha estrenado como tal, porque los compradores recibieron la iglesia tras el último servicio religioso, que tuvo lugar el pasado 30 de julio, y desde entonces llevan a cabo el proceso de renovación. Confían en que pronto puedan celebrar su primer funeral animal en la única iglesia adaptada para ese fin en Alemania y posiblemente en todo el mundo.

Los nuevos propietarios de la iglesia se declaran “completamente neutrales con respecto a la fe y la denominación”, con lo que están abiertos a realizar despedidas a animales de propietarios de cualquier religión o creencia, ya sea “sacerdote, pastor, gurú, rabino, chamán, médium, líder de oración... Nuestro objetivo es crear un centro de culto para las personas, independientemente de su fe, donde los animales sean el centro de atención”, afirman.