Una ciudad italiana ficha a jubilados para que supervisen obras
Son voluntarios seleccionados por su titulación académica y su formación técnica
Siempre se ha dicho, y con bastante razón, que a los jubilados les gusta ver obras. Obviamente no a todos, pero sí que es una afición bastante propia de la tercera edad. Y se ve que no sólo es cosa de estas latitudes, sino que es algo común en muchos países. Por ejemplo, en Italia, donde han decidido ir un poco más y que esa tendencia de los jubilados a ver obras tenga además una utilidad para los vecinos.
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Convocatoria pública
La iniciativa la ha desarrollado el Ayuntamiento de Villasanta, una ciudad de 14.000 habitantes situada en el noreste de Lombardía. Ha decidido reclutar a ocho jubilados para que supervisen las obras públicas que se realizan en la localidad de forma que se pueda sacar provecho a su afición. Eso sí, lo hacen de forma voluntaria.
La divertida imagen de dos jubilados en la calle que hace reír a Twitter
No todos los jubilados son aptos para esta función. Por eso se realizó una convocatoria pública que sirvió de filtro, porque se buscaba a personas que tuvieran una titulación universitaria y una formación técnica para que realmente pudieran aportar lo que se espera de ellos.
De este modo, se les asignará tareas como supervisar el estado de las calles y los aparcamientos, el alumbrado público o los residuos, además de informar sobre el avance de las obras y trabajos que se realicen en la ciudad italiana.
Evitar contrataciones
El objetivo del Consistorio de Villasanta, liderado por su alcalde, Lorenzo Galli, es fomentar la participación ciudadana y aprovechar la experiencia y el talento de algunos de sus vecinos, que ya no se encuentran en edad laboral, para ponerlos a disposición de la ciudadanía, lo que a la vez sirve para evitar realizar algunas contrataciones y de este modo ahorrar un buen dinero del presupuesto para destinarlo a otras mejoras para la ciudad.
Asfaltan una carretera pero tienen que levantarla días después porque han dejado debajo algo vital
La convocatoria sigue abierta y no se descarta fichar a más umarell(hombrecitos en italiano), como se conoce en Italia a los jubilados que pasan horas mirando obras, con la característica imagen en la que llevan las manos cruzadas en la espalda. Una palabra, umarèl, que a veces es utilizada como burla pero que a la par genera mucho cariño entre los ciudadanos.
Ahora habrá que ver si la iniciativa ofrece un buen resultado y si otras ciudades o pueblos deciden seguir el ejemplo de Villasanta, porque jubilados viendo obras hay por todas partes y necesidad de reducir gastos, también. Y de esta manera se pueden conjugar ambas cosas.
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