Llegan las altas temperaturas y se hace indispensable tomar las precauciones oportunas contra los golpes de calor. Mantenerse hidratado o evitar salir de casa durante las horas centrales del día son algunas de ellas. Pero las personas y los animales no son los únicos al os que les afecta estos días de calor intenso.

También pueden afectar a los medicamentos ya que puede provocar problemas en su conservación, restándoles eficacia y pudiendo llegar a afectar a su seguridad.

Si almacenamos los medicamentos de forma inadecuada pueden aparecer efectos adversos y peligrosos para la salud. La exposición directa al calor y a la luz puede alterar el efecto farmacológico del medicamento.

Tradicionales albarelos de farmacia que conservan antiguamente los productos con los preparar medicamentgos. Pixabay

Las condiciones de conservación y la duración se establecen en función de los ensayos de estabilidad a los que son sometidos antes de comercializarse. Por ello, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advierte de que es importante tener en cuenta los siguientes puntos para evitar problemas:

1. Leer atentamente el prospecto y las indicaciones de conservación.

2. Elegir un lugar fresco y seco. La mayoría de fármacos no requieren unas condiciones especiales y pueden almacenarse a temperatura ambiente, pero es aconsejable mantenerlos alejados de la luz del sol.

Las cremas son unas de las presentaciones medicinales que más pueden alterarse en caso de calor extremo. Pixabay

Por el contrario, existen medicamentos que si requieren unas determinadas condiciones de temperatura de conservación que aparecerán especificadas en el envase. Los que se deban conservar entre 2 y 8 grados tienen que estar siempre en la nevera.

3. En el caso de que tengan que estar a una temperatura inferior a los 25-30 grados, aunque la temperatura ambiente supere esporádicamente los 40 grados, no afectará a su conservación porque las temperaturas superiores a 40 grados no son constantes durante todo el día. Además, los lugares sugeridos para el almacenamiento en casa suelen ser sitios frescos y secos, por lo que la temperatura que se alcanza sería menor.

4. Algunos medicamentos como los supositorios, óvulos, cremas son más susceptibles al calor. Por ello, si cuando vayamos a utilizarlos apreciamos que se ha modificado su aspecto es mejor no usarlos.

Las cápsuias liquidas requieren un almacenamiento cuidadoso en lo que a condiciones ambientales se refiere. Pixabay

5. Si nos vamos de viaje, es desaconsejable mantener los medicamentos en maleteros o habitáculos de un coche a pleno sol porque se pueden alcanzar temperaturas muy elevadas, lo que puede hacer que se dañen.

Así que ya sabes, si tienes medicamentos en casa o viajas en verano y los tienes que llevar contigo, es crucial prestar atención a las indicaciones del prospecto y si observamos que su aspecto ha cambiado es mejor no tomarlos.