Llega el invierno y las bajas temperaturas traen consigo algunas enfermedades típicas de esta época, la mayoría de ellas relacionadas con las vías respiratorias, siendo los niños, las personas mayores y los enfermos crónicos los más vulnerables.

Los virus más frecuentes en época de frío son influenza (gripe), rinovirus (catarros), coronavirus, virus respiratorio sincitial o VRS (principal causa de la bronquiolitis de los lactantes) y adenovirus (faringoamigdalitis). 

Conocer un poco más de estas enfermedades nos permitirá reconocer sus síntomas y, además, saber cómo protegernos para intentar no contraerlas. Algunas de las afecciones más comunes en invierno son: 

1- Gripe. Es la enfermedad más habitual del invierno. Se suele manifestar dos días después de haberse contagiado y dura entre 3 y 5 días. Sus síntomas son: fiebre, tos seca, secreción nasal, dolores musculares, escalofríos, dolor de garganta, de cabeza y sensación de fatiga. Hacer reposo e hidratarse bien puede ayudar a paliar el malestar, así como tomar algún antipirético o analgésico para combatir la fiebe o el dolor leve. Es importante no acudir a lugares concurridos para evitar contagios.

2- Resfriado. Es una infección viral de la nariz y de la garganta. Estornudos, congestión, secreción nasal, ojos llorososo, tos, dolor de garganta y fiebre moderada o leve son algunos de sus síntomas. Se recomienda beber mucho líquido para mantener la hidratación.

3- Faringitis. Es una inflamación de la faringe y puede estar causada por un virus o por una bacteria. Entre sus síntomas está el dolor de garganta y la inflamación de los ganglios linfáticos del cuello; si hay estreptococo, además, puede haber fiebre. Es importante guardar reposo y mantenerse hidratado.

Una médico explora la garganta de un paciente. Freepik

4- Amigdalitis. Es una inflamación de las amígdalas causada por un virus (la mayoría) o por una bacteria. Viene acompañada de dolor de garganta y dificultad para tragar. El tratamiento dependerá del origen de la infección. 

5- Bronquitis. La inflamación de los bronquios produce dolor de pecho, tos continua, fatiga, dificultad para respirar y, a veces, fiebre. Es contagiosa, por lo que se deben tomar medidas para no transmitirla a otras personas. Es importante hidratarse y no forzar la voz.

6- Otitis. Es una inflamación del oído medio (detrás del tímpano) causada por una infección y que afecta sobre todo a los niños. El médico será quien decida si hace falta antibiótico.

7- Gastroenteritis. Esta infección causa diarrea o vómitos y suele durar entre dos días y una semana. Es muy contagiosa si se mantiene contacto con personas enfermas, se consumen alimentos infectados o si se tocan superficies contaminadas y luego se llevan las manos a la boca. Lo más importante es reponer siempre los fluidos que se pierden para no deshidratarse.

Una mujer con un fuerte dolor de estómago. Freepik

8- Dolores articulares. Con el frío aumentan las enfermedades articulares como es el caso de la artritis. Es importante hacer ejercicio, sobre todo natación, cuidar la postura corporal, abrigarse bien, descansar y mantener una dieta equilibrada, así como tomar la medicación adecuada prescrita por el médico cuando sea necesario.

9- Piel seca. Disminuye la humedad en el ambiente, por lo que es importante aplicarse cremas y lociones después del baño cuando la piel aún está húmeda para que sean absorbidas y humecten la piel.

10- Ataques cardíacos. De acuerdo con la Escuela de Medicina de Harvard, esta enfermedad aumenta en invierno porque las bajas temperaturas funcionan como vasoconstrictores, haciendo que se estrechen los vasos sanguíneos y que aumenten las posibilidades de sufrir un ataque al corazón. Además, las temperaturas bajas pueden incrementar la presión arterial y los niveles de colesterol, factores clave a la hora de sufrir un ataque cardíaco.

Consejos para el invierno


  • Lavarse las manos con frecuencia.
  • Dieta equilibrada y alimentos ricos en vitaminas A y C.
  • Dormir las horas necesarias.
  • Hidratación frecuente.
  • Hacer ejercicio.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura.
  • No fumar.
  • Ventilar la casa 10 minutos al día.
  • No acudir a lugares muy concurridos.
  • Desinfectar las superficies con frecuencia.
  • No automedicarse.